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Empezaré diciendo que desde que me fijé en esta sugerente portada, por algún extraño motivo (como no suelo leer las sinopsis) hasta que empecé la primera página creí que iba sobre aventuras en la Edad Media o algo por el estilo. Para nada. Es ciencia ficción nacional de la buena, y si ya me emocionaba pensando que viajaría a la Edad Media, imaginaos si la misma historia nos transporta a la Revolución Francesa, la Alemania nazi de la Segunda Guerra Mundial o la Antigua Grecia. Vale, aquí es cuando mi pasión por la Historia se desmadra y empiezo a ver el potencial que puede tener esta novela, cojo ritmo y me doy cuenta de que Infortunium se convierte en una de las grandes sorpresas del año para mí. Tiene todos los ingredientes necesarios para hacer disfrutar a casi cualquier tipo de lector porque además de la evidente ciencia ficción de género (transcurre en el s.XXIII y hay viajes en el tiempo) tiene un chorro de humor que ya quisieran muchas novelas chick-lit, una dosis justa de romance realista (con historia pasada, presente y futura, ahí lo dejo), algunas escenas y comentarios subiditos de temperatura (para que os olvidéis del amor juvenil que puede tener la trilogía Rubí, por ejemplo), un toque de misterio general que vamos conociendo muy poco a poco hasta llegar a sospechar de todo el mundo, y por supuesto, la omnipresente acción que le da un ritmo trepidante a todo lo anterior. Los personajes principales, que podríamos reducir a tres, Azel, Kennet y Lucas, e incluso algún secundario (como Erin) están perfectamente definidos (ojo, que no quiere decir que sepamos exactamente las reacciones de cada uno de ellos ante las situaciones, ni de qué pie cojean, es más, alguno me sigue teniendo mosca con lo ambiguo que es). Sus personalidades tan marcadas hacen que te identifiques, que los quieras o que los odies. Aparte de la trama, esta novela es una novela que se come Azel ella solita. Es tal el peso que tiene la protagonista que no sólo podemos saber sus pensamientos mediante la primera persona del singular de la narración, sino que además somos testigos de las conversaciones y diálogos que mantiene con ella misma y voy a ser clara: son lo mejor de la novela. Sinceramente hacía mucho que no leía, me reía y disfrutaba una novela simplemente por la forma en que está escrita. Creo que me hubiera dado igual una trama más simple o sosa si hubiera estado contada de la misma manera. ¡Pero resulta que no! La trama es tan trepidante que desde el prólogo necesitamos saber qué va a pasar. Es una novela de las que yo llamo redondas, en las que en la primera página se nos muestra a dónde vamos a llegar al final y ni aún así, estaba yo preparada para ese final. No puede decir que sea precipitado, porque en realidad sigue el mismo ritmo que toda la novela entera, es decir, rapidísimo. Pero es que el giro argumental que pega en los últimos capítulos no es nada en comparación con los pequeños huevos de pascua que se van abriendo por en medio de la historia. El final te deja como diciendo “Espera, voy a volver yo también para atrás un momento, porque ¿qué ha pasado aquí”?” También lo incluyo en los mejores giros finales de este año, sólo por detrás del plot twist final de la Reina Roja, para qué veáis. Por lo demás, los viajes en el tiempo siempre ha sido algo que me ha fascinado en la literatura (también en el cine, claro), porque me parece algo que ya de por sí da mucho juego para una trama, pero es que está tan bien apoyada por las historias personales que se entrelazan en los personajes, que según pasamos de una época a otra los capítulos vuelan. Porque sí, este es un libro que gusta, engancha y absorbe por completo, y se debe en parte a los capítulos y su estructura tan cuidada (OMG ese capítulo 14, qué principio y qué final de capítulo….), y yo que suelo ser una persona a la que le da pereza empezar nuevos capítulos si no me van a resolver el final del anterior, me daba igual porque me bastaba seguir leyendo aunque sólo fuera una página más. Así hasta acabarlo. Ni que decir tiene que fui de cabeza a la estantería a por la segunda parte. En definitiva, no he parado de reír con Azel y su humor negro, su continuo sarcasmo es genial (como ella misma comenta, se trata de su modo normal de comunicación, anda, como yo). Y pasa directamente a estar en el top de mejores protagonistas de este año. Es tantísimo lo que me ha hecho disfrutar, que a pesar de que he leído más lenta de lo normal por la falta de tiempo, no he podido ni siquiera compaginarla con más lecturas (como suelo hacer) porque todo lo que quería era dedicar ese poco tiempo a devorar este libro. Enlace: https://enmitiempolibro.blog.. |
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