Lady Anna

Si me hubieran preguntado, seguro que hubiera sabido decir al menos un libro escrito por los grandes autores británicos de la literatura victoriana (Dickens, Stocker, hermanas Brontë…), pero si hubiera tenido que enumerar alguno de Anthony Trollope, no se me hubiera ocurrido ninguno, así de injusta ha sido la historia con este autor.

Por suerte le he puesto remedio con esta brillante obra, “Lady Anna”, que me ha resultado de lo más entretenida y adictiva, y que está a la altura de muchas de las obras de los genios que acabo de nombrar.

Un libro que lleva como título el nombre de la protagonista, pero que es mucho más que la historia de esta joven; una trama llena de intriga, crítica y reflexiva, que no pierde el ritmo aunque se extienda un poco hablando de leyes y aspectos judiciales, y que gira de principio a fin en torno a un mismo tema, único y soberano, lo que utiliza Trollope para, lejos de aburrirnos, sorprendernos mostrando su maravillosa capacidad narrativa creando una historia completa, intensa y pasional, bien elaborada y compleja dentro de su aparente simplicidad.

Una narración realista, neutra, en la que deja al lector la responsabilidad de posicionarse, de juzgar a cada personaje según sus pensamientos o inclinaciones, y la de sacar conclusiones de esta trama tan dramática y a la vez esperanzadora, intensa y sorprendente.

Más allá de la trama y el desarrollo de la historia, que es fantástico, si algo me ha sorprendido ha sido el elenco tan maravilloso de personajes: partiendo de esta dulce y aparentemente sometida chica, perfecta protagonista a través de la cual plasmar la situación legal de la mujer del siglo XIX, continuando por la vertiente masculina del elenco y acabando por la, para mí, protagonista real de la historia, su madre, Josephine. Un personaje de lo más pasional y con una clara idea fija, complejo y visceral, que hace empequeñecer a todos los demás cada vez que sale a escena.

Un fantástico descubrimiento que no me cansaré de recomendar, pues “Lady Anna” ha sido mucho mejor de lo que pensaba, y Trollope mucho más brillante de lo que cabría esperar.

He intentado alargarlo todo lo posible, pero -como siempre con Trollope- llega un momento en que tomarte la lectura con calma es harto complicado.

Trollope escribe Lady Anna en 1871 contándonos la historia de una mujer vejada, abandonada y olvidada por la sociedad: "la condesa" es la verdadera protagonista del libro, capaz de comerse al resto del elenco (incluyendo a esa hija en apariencia dócil que da nombre al libro) cada vez que sale a escena; su historia, la historia de su lucha por hacer justicia, una justicia total y absoluta, sin resquicio alguno es la que nos vamos encontrando a través de las páginas del libro. ¿Lo logrará? ¿Compartiremos su idea de justicia? ¿Le daremos la espalda como otros han hecho?

No os contaré mi opinión sobre el punto de vista de la condesa, ni si le di finalmente la espalda, pero a quien ya nunca podré dar la espalda es a Trollope. Después de un inicio lleno de intriga, con algún momento muy Austeniano incluso, llega el verdadero Trollope, el que te lleva a un momento clave, una decisión, sobre el que va a girar el resto de la historia. Expone los hechos, pensamientos, sentimientos de los personajes (incluso de aquellos por los que no siente especial aprecio), pero sin juzgarlos; la de sacar conclusiones será nuestra labor.

No os hablaré tampoco de Lady Anna (una verdadera sorpresa), de Daniel, Lovel, y todos los demás. Me reservaré, cual Trollope, mi opinión sobre cada uno de ellos para no influenciaros.

"Lady Anna" de Anthony Trollope
Josephine Murray se casa con el conde Lovel. al poco de casarse, mientras ella espera su primer hijo, el conde le cuenta que está casado con una mujer italiana. Por lo tanto, su unión no es legal y su hija es ilegítima. Solo ayudada por un sastre y su hijo, Josephine se dedicará en cuerpo y alma a demostrar que su matrimonio es válido y por consiguiente ella es la auténtica condesa Lovel y su hija debe recibir el tratamiento de lady Anna.
*Me encanta cómo Trollope describe dos mundos tan distintos: la clase aristocrática a la que terminas odiando por su vagancia y la clase obrera, representada en la figura de Daniel Thwaite, el hijo del sastre. Ésta historia es una lucha continua de una madre por darle el lugar que pertenece a su hija, aunque ella no esté tan interesada. Eso hace que haya algunas discrepancias entre las dos. Tremendos los personajes que crea Trollope, la madre es la que mueve toda la novela.

Lady Anna, 1874
Anthony Trollope
@alianzaeditorial 2022
Traducción de Miguel Ángel Pérez Pérez

"Temo que sea peor el amago que el golpe" Macbeth, II, I

Sin duda, lady Lovel habría encajado muy bien en la tragedia de Shakespeare.
Es EL PERSONAJE. Repudiada, menospreciada, luchadora, obcecada, enajenada e implacable
Enfrente, su hija, lady Anna, una muchacha que ha conocido la pobreza y la marginación y que se encuentra en el centro de un torbellino de intereses, presiones, títulos, dinero y promesas matrimoniales.

Trollope, ese gran maestro de la ambigüedad, nos acompaña en un intenso viaje que pone de manifiesto las contradicciones de la sociedad victoriana y nos regala deliciosos personajes secundarios como ese tremendo grupo de abogados (más o menos románticos) y un párroco que se mantiene firme en sus convicciones.

Una maravillosa lectura conjunta organizada por @teconlibros.
Poco más que añadir, como diría Miguel Ángel "Leed a Trollope" ❤️

#viajandoporlainglaterravictoriana con @undine.von.reinecke

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“Lady Anna” de Anthony Trollope. Publicado por editorial Alianza.

“A menudo las mujeres son maltratadas por los hombres, pero quizá no haya habido peor maltrato y mayor crueldad que los que sufrió Josephine Murray a manos del conde Lovel, con el que se casó en la iglesia parroquial de Applethwaite -una parroquia sin pueblo, ya que se encuentra entre las montañas de Cumberland- el 1 de junio de 181*.”

Así comienza está maravillosa novela de Anthony Trollope, y ¿quién se puede resistir a no seguir leyendo? al poco tiempo de celebrarse el matrimonio, el conde Lovel le dice a Josephine, embarazada, que su matrimonio es nulo puesto que él ya estaba casado y que la hija que espera es ilegítima. Josephine pasa toda su vida luchando para que a su hija, Lady Anna, se la reconozca como hija legítima del conde y que reciba lo que le pertenece por herencia a raíz de la muerte de su padre. En su lucha tiene la ayuda incondicional del sastre Thomas Thwaite y su hijo Daniel, y tienen que enfrentarse al heredero del título el Conde Lovel, con el que intentarán llegar a un acuerdo.

Me ha gustado mucho, es el tercer libro del autor que leo y solo puedo recomendar que leáis a Trollope.