Matadero

No creo que nadie considerara extraño lo que cualquiera es capaz de hacer si se dan las condiciones adecuadas. Algunos dirían que lo único por lo que debemos regirnos es por una concepción más alta del bien y el mal. Al final del día, somos lo que nuestra vida nos ha dejado ser. Una simple suma de influencias.

Era una petición sincera, no porque me interesara la medicina en general, sino porque creía que saber más del cuerpo humano me ayudaría en mis muertes, para que las personas que se lo merecían tardaran más en morir. Quería aprender por puro interés.

No existen las buenas o las malas personas. Solo los vivos y los muertos. Y de noche, ni siquiera estoy seguro de que los muertos no nos visiten, así que no pretendas aleccionarme.

Estoy segura de que tienes tus razones para matar, de que tu vida te abocó a ello, porque nadie se convierte en asesino por placer.