El valle de las sombras

Una vez más Jerónimo Tristante ha hecho un libro precioso.
Está historia ambientada en la construcción del Valle de los caídos, con un crimen por resolver allí mismo , un crimen que a nadie parece importar, nos cuenta una amistad que, de entrada, parece imposible, un militar del bando ganador y un preso republicano. Durante todo el libro, uno y otro, con sus recuerdos, van mostrando la crudeza de la guerra en los dos bandos, el horror que todos vivieron, aunque esa amistad es una esperanza.
El libro lo dividiría en tres partes: la primera se me hizo un poco lenta, parecía que no iba a ocurrir nada. La segunda, la que más me gustó, donde conocemos la historia y circunstancias de los dos protagonistas y la tercera, con su inesperado final, que te deja muy buenas sensaciones a pesar de todo.
Un libro muy bonito de los que luego estás días recordando. Muy recomendable.

Jerónimo Tristante nunca me defrauda, bueno, solo fue una vez y fue tan poquito que ni se lo tengo en cuenta 😜
En esta novela encontramos todo un canto a la amistad tras una guerra civil española que hizo muchísimo daño a todos.

Ambientada en 1943 en su mayoría (excepto en la primera parte que nos hace viajar a 1937 para ponernos en situación) y en busca de un asesino durante la construcción de El Valle de los caídos vemos como nace una bonita amistad entre Tornell y Alemán. Todo sería muy normal si no fuera por el pequeño detalle de que cada uno luchó en un bando, cosa que la hace más especial.

Me encanta lo críticos que son ambos con sus respectivos bandos, ese análisis que hace cada uno de las barbaridades que se cometieron y como expone cada uno su propio sufrimiento y motivos para luchar.

Vemos como dentro de ambos bandos hay rencillas y división de opiniones y se nos muestra también la dureza de las cárceles y de los campos de concentración, cosa que a mí, que soy demasiado empática, me ha puesto los pelos de punta.

A pesar de que me ha encantado debo decir que hasta prácticamente medio libro la notaba un tanto lenta, no en demasía pero sí un poco, pero vale la pena esperar un poco a que coja ritmo, porque cogerlo lo coge muy bien, ya que Tristante, como siempre digo, no da puntada sin hilo. ¿Y eso qué quiere decir? Pues que todas las descripciones que te hace, sean de lugares o personajes, siempre tienen su porqué y su motivo y si sabes esperar descubrirás que son necesarias para futuros acontecimientos.

Lo que me llevo de esta novela es la moraleja que nos enseña, esa que nos dice que puede nacer y existir una gran amistad a pesar de la diferencia de opiniones e ideales que, para mi, en este caso, ha sido como una especie de "reconciliación" de esas dos Españas.