36

Nos encontramos ante una historia ambientada en la Guerra civil española, durante el asedio de las tropas franquistas a Madrid. Para poneros en situación era un momento de caos, bombardeos, miedo, donde las denuncias y ejecuciones sin hacer comprobaciones previas (simplemente con la palabra del denunciante era suficiente) estaban a la orden del día.
El libro tiene varios frentes:
Por un lado tenemos el encargo a Tornell, nuestro protagonista, un ex policía republicano, de encontrar a un fotógrafo inglés desaparecido, al que no solo busca el Gobierno de la República para evitar un conflicto con los ingleses, si no que varios hombres de distintas ideologías políticas también lo hacen. A medida que Tornell va investigación va descubriendo cosas que le hacen preguntarse por qué todos buscan a ese hombre.
Por otro lado tenemos la historia de Eva, amiga de la infancia del protagonista, con ansias de venganza por el asesinato de su prometido a manos del bando republicano.
En un principio no sabía cómo conectar las historias, pero al ir avanzando en la lectura descubrí la conexión entre todo. Una conexión que el autor realiza de manera magnífica
Encontramos también en la historia los "enfrentamientos internos" del bando republicano. Es cierto que todos luchaban por un mismo fin pero no todos lo hacían con las mismas tácticas.
La composición del libro es, como siempre digo, muy al "estilo Tristante". Capítulos cortos, de lectura muy ágil y donde no sobra ningún detalle. Todo, absolutamente todo lo que narra es útil para el desarrollo de la historia y para su final.
En cuanto a los personajes tienen caracteres muy definidos, cada uno desde su ideología política, que hace que conectes con ellos, mostrándote la sociedad de la época y los medios que se utilizaban para depende qué fines. Como he dicho anteriormente, en aquella época todo fin justificaba los medios.
Me gustaría resaltar el que ha sido mi personaje favorito, el juez Basti. Un hombre que solo quiere vivir tranquilo con su familia, impartir justicia y que ve y critica las barbaridades realizadas por ambos bandos durante la guerra. Desde mi punto de vista es el personaje que da el toque de sensatez y que representa a tantos y tantos ciudadanos que opinaban como él.
Y os estaréis preguntando, como yo hice durante muchos capítulos, ¿dónde encaja la historia del fotógrafo en todo esto?¿Dónde encaja Eva? Pues para averiguarlo deberéis leeros el libro 😉
Por cierto, jamás imaginé que el final desembocara donde lo hace. Nunca llegó a pasarme por la cabeza que el autor escogiera ese suceso para concluir la novela... ¿No os pica la curiosidad?

Hoy vengo con la reseña de 36 y ya os aviso que no puedo ser objetivo con Jerónimo Tristante, ya que se encuentra entre mis escritores favoritos.
36 es la precuela de el valle de las sombras, libro que habla de la construcción del valle de los caídos, una vez acabada la guerra civil.
En 36 nos encontramos en plena guerra civil, durante el asedio de los nacionales a la capital.
En este caso, Juan Antonio Tornell, teniente republicano, se enfrentará a la búsqueda de un fotógrafo inglés, que por alguna razón que se desconoce, es buscado desde muchos frentes.
Jeronimo tiene la habilidad de crear personajes carismáticos, incluso sus secundarios. En esta novela todos me han parecido muy creíbles. Nos cuenta la historia de una manera imparcial y nos hace ver que la guerra, desde un bando u otro, es una mierda. No hay bando bueno.
La trama es ágil, con continuos giros y con un ritmo que no decae en ningún momento. Además, siempre son bien recibidas las clases de nuestra historia. Multitud de personajes reales históricos desfilan por la novela, dando fé de la excelente documentación de Jeronimo.
Como era de esperar, os recomiendo encarecidamente la novela, pero no eso lo está, si no cualquiera que @jeronimotristante escriba. Tiene una pluma que es una delicia.

Noviembre de 1936, Madrid es un caos, hay dos bandos luchando por adquirir el poder de la nación.

El teniente Juan Antonio Tornell (adscrito a las Milicias de Vigilancia de la Retaguardia), recibe un encargo de las altas esferas. Un fotógrafo inglés esta desaparecido y la embajada inglesa está metiendo presión por conocer su paradero.

Lo que a priori no debería ser nada complicado, se va torciendo a medida que avanza la investigación. Kenneth Lee, no solo lo busca el gobierno de la republica, sino que también es buscado por otros hombres de distintas ideologías políticas.

El teniente Tornell, no solo se centrará en la búsqueda del inglés, sino que intentara por todos los medios ayudar al juez Bastida (gran amigo de la infancia) a reencontrarse con su familia en Valencia.

Por otro lado, encontramos la historia de Eva, gran amiga de la infancia de Tornell y Basti, que tras la muerte de su novio ha perdido el rumbo y solo la mueve el odio. Sus amigos tratarán de encontrarla y hacerla reaccionar, ¿Pero es posible olvidar el peor día de tu vida?

En una época donde las raciones de comida, los bombardeos, las ejecuciones indiscriminados y el miedo hacen mella en una población que lo ha perdido todo menos sus ideales.

Unos personajes con grandes ideales y ansias de justicia.

Una guerra entre bandos, donde como siempre, es el pueblo quien lo sufre.

Y la gran pregunta:

¿Quién es Kenneth Lee? Y

¿Por qué es tan importante localizarlo?

Un libro muy bien documentado y a pesar de la historia, esta escrito con un gran respeto y crítica hacia ambos bandos.

Siento debilidad por Jerónimo Tristante desde que le descubrí con las aventuras del inolvidable Víctor Ros, personaje que hizo que me enganchara a la narrativa de este autor, producto de la Región de Murcia. Esta novela, "36" es la número 11 que leo de Jerónimo Tristante y cada una de esas once novelas que he leído de él me han fascinado y, en mayor o menor medida, han conseguido robarme el habla porque lo que hace Tristante con cada una de sus novelas se lo he visto hacer a muy pocos autores.

Entrando en materia, quien lea "36" se reencontrará con Juan Antonio Tornell, el mismo que aparecía en "El valle de las sombras" y tendrá que ayudarle a llevar a buen puerto la investigación que debe realizar para encontrar a un fotógrafo inglés de nombre Kenneth Lee, quien está desaparecido y que debe ser encontrado para que el gobierno de la República pueda evitar un conflicto internacional con Inglaterra. Hasta aquí bien. Pero, el problema viene cuando Tornell empieza a investigar y se choca continuamente con un muro infranqueable construido por gente muy cercana al propio Tornell que le dificulta la tarea. al mismo tiempo, junto con su amigo Basti debe encontrar también a Eva, amiga en común de ambos para salvarla de caer en manos del ejército enemigo.

"36" es una novela que puede resultar un claro ejemplo de conocer hasta que punto nos podemos fiar de nuestros conocidos, de en quien depositar nuestra confianza sin correr el riesgo de ser traicionados como solía suceder en aquella época en la que podías caer prisionero por pensar de distinta forma.

1936. Madrid está asediada por la guerra civil española. En este escenario, con los sublevados a las puertas de la capital, Kenneth Lee, un fotógrafo inglés, desaparece. El Gobierno republicano se ha propuesto dar con él y, así, evitar un enfrentamiento con los ingleses. A cargo de la investigación estará Juan Antonio Tornell, un trabajo dificultoso para describir qué le ha pasado y dónde se encuentra.

Uno de los protagonistas es Tornell. Este es muy inteligente y no se deja llevar, sino que es más bien una persona racional y sensata. También tenemos a Eva. Esta es amiga de la infancia del protagonista y es una mujer que quiere vengarse de los que mataron a su prometido. Los personajes de la novela son muy humanos y bastante reales, todos con sus luces y sombras que los hace más vivos.

La trama tiene un poco de todo, tiene intriga y acción, todo ello bajo el telón de fondo de una novela histórica, aunque más bien es un thriller claramente. En cuanto al ritmo, este es un no parar y con mucha ligereza, además de que los capítulos son muy cortos.

La pluma de Tristante es atrapante desde el minuto uno. Sabe muy bien cómo captar la atención del lector y atraparle. Una prosa emocional, que cala en el lector y le hace partícipe de la historia, además de conseguir que empatice con sus personajes. al mismo tiempo hay un predominio de los diálogos frente a la narración.
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