Acoso escolar: Los graves peligros de las redes sociales: pautas de intervención

Hacía tiempo que tenía ganas de leer un libro de este estilo para saber más sobre el acoso escolar, sus causas y, sobre todo, la forma de actuar frente a él. Espero dedicarme a la educación y el bullying es algo que todos conocemos de alguna forma, pero sinceramente, no sé mucho sobre los procesos de actuación que hay que aplicar cuando estamos ante un caso de acoso.
Fue muy decepcionante que durante mis estudios esto prácticamente no se viera, pensaba que tal vez en el centro en el que estuve de prácticas me iban a hablar sobre ello, pero poca cosa, solo una charla informal con una compañera por la que supe que en un curso de 1º de la E.S.O. tenían bastantes problemas con un grupo y entre la orientadora, la profesora y los padres predispuestos se estaba sobrellevando, pero era muy difícil.
Al menos se hacía algo y no se negaba, ya que si algo me ha sorprendido tristemente tras esta lectura es la gran cantidad de centros que niegan que en su colegio haya bullying. Esta vil mentira me parece tan escandalosa ¿en qué centro no hay bullying? Ninguno se va a salvar, que no haya casos muy graves es otra cosa (algo que también es difícil de saber), pero desde que existe el ser humano se dan las situaciones de acoso hacia lo más débiles. Ahora lo compartimentamos y lo analizamos por separado. Acoso escolar, acoso laboral, etc pero todo tiene la misma base. Si existe el acoso en las escuelas, está claro que en la vida adulta seguirá, porque los acosadores pueden ser personas que no han llegado a aprender, si no se reeducan, sus conductas serán las mismas, y es algo que he podido comprobar. Algunos cambian y otros no, algunos son conscientes de lo que hacen y otros no.
Por eso es tan importante formarse y darnos cuenta de que como sociedad debemos dar un paso más en nuestra forma de relacionarnos para disminuir, sino eliminar, este tipo de conductas que tanto daño pueden hacer a los demás, especialmente es un deber proteger a la infancia, porque los niños no tiene poder de actuación. Si sufres mucha presión quizá puedas cambiar de trabajo, pero un niño no puede cambiar de colegio si sus padres no lo hacen, no puede huir si quiere, y una de las cosas más duras del bullying es que cuando lleva a niveles más altos la víctima no tiene una red de seguridad, amigos en los que apoyarse. No solo son acoso los insultos o los golpes, el aislamiento, si bien es más pasivo, es una de las formas que pasan más inadvertidas y que más daño puede hacer.
Este libro es un ensayo, un estudio bastante genérico de lo que es el acoso escolar. Cómo son las víctimas, cómo son los agresores (características generales), en qué consiste, las consecuencias psicológicas (ansiedad, depresión, pesadillas, malas notas, baja autoestima, autolesiones, suicidio, etc) y también algunas pautas de actuación.
Creo que como lectura básica está bien pero me resultó un poco decepcionante en algunos aspectos. El autor realizó un buen estudio de campo pero el bombardeo de porcentajes y estadísticas no es lo más útil. Está bien conocerlo, es totalmente necesario para entender este fenómeno social, pero si yo, como docente, busco saber qué puedo hacer, no me ayuda. Como digo el libro cuenta con algunos supuestos prácticos, que son más bien actividades que se pueden realizar en el aula, pero no han logrado convencerme del todo.
También incluye algunos test para saber si un niño o niña está sufriendo acoso pero son preguntas que, como padre o profesora, es difícil saber. ¿Le quitan el bocadillo al niño/a? ¿Hay alguien que le pega? Si lo supiera ya estaría consciente de que ahí sucede algo grave ¿no?
Toca cuestiones interesantes sobre cómo comunicarle a unos padres que su hijo es víctima de bullying o al contrario, como decir que tu hijo es un agresor. Pero una vez más me ha resultado insuficiente. Hay que ser empático, hay que mantener la calma, relajar el ambiente, etc Son consejos muy genéricos. ¿Cómo piloto un avión? Te sientas y pilotas. Lo he visto como algo así.
Yo más bien esperaba algunos ejemplos de casos en los que se mostrara como actuar concretamente, algo más sustancial, más práctico, pero supongo que para eso tendría que buscar otras lecturas.
Por lo tanto creo que es una lectura que está bien para empezar, que es bastante genérica y también un tanto utópica. Me gustó que me hiciera reflexionar sobre los contenidos que ven los niños y adolescentes en la televisión, la violencia que presencian incluso en los dibujos infantiles, que tristemente es cierto, y también la adicción a los videojuegos. No olvidemos que Fornite consiste en matar y hay muchos niños que se entretienen con él. Series, películas, videojuegos, libros también… tanta violencia está insensibilizando a la sociedad, a los más jóvenes y sí, creo que lo fundamental es proporcionarles conciencia crítica, pero si desde que son muy pequeños se acostumbran tanto a la violencia creo que va a ser difícil que más tarde la vean de otra forma. No todo el mundo es igual, así que algunos estarán más influenciados que otros, pero sin duda es algo sobro lo que reflexionar.
Las redes sociales y las barbaridades que se dicen son otro problema. Cada vez son más jóvenes los niños que tienen teléfono móvil y sé que a los padres les resulta difícil negárselo cuando todos los demás compañeros y compañeras tienen uno. También les da mucha seguridad poder contactar con sus hijos en cualquier momento y poner límites es duro, sobre todo si no es algo a lo que el niño está habituado.
No obstante, aunque todos estos consejos están bien, me parece utópico pensar que como sociedad lograremos atacar el problema de raíz. No somos tan organizados, no estamos tan concienciados y no sé si alguna vez lo estaremos. No seremos padres perfectos que sabrán ser amables, pero firmes; no vamos a conseguir que todos los padres les controlen el tiempo en las videoconsolas, móviles y tablets; no podremos tener influencia en los grandes medios audivisuales para que no incluyan violencia si es lo que les da más dinero, etc Todo eso está bien tenerlo en cuenta, tener el deseo de cambiarlo poco a poco, pero hoy por hoy necesitamos medidas de actuación con lo que tenemos que será nuestro terreno de juego durante mucho tiempo.
Lo que está claro es que el profesorado no está formado, los padres no están formados y los gobiernos no están haciendo nada para cambiar esto. Repito, no están haciendo prácticamente nada más que cuatro cosas que no son más que promoción. No hay materiales, no hay personal, no hay formación y todo el peso recaerá entre profesores saturados y padres perdidos. Así que, ¿qué le queda a estos niños? Seguir protagonizando casos terribles y duros que salen de vez en cuando en las noticias, soportarlo cuanto tiempo puedan hasta que se acabe su temporada de colegio o tal vez tener un poco de suerte y que el acoso no vaya a más.
Para mí, esta falta de implicación de los gobiernos es lo primordial ahora mismo, para que haya más personal capacitado ante todo, para ayudar a reeducar a la sociedad y dar importancia a esto. Como profesora, ya os digo que si das cinco horas o seis de clase al día y te pasas la tarde corrigiendo o preparando las siguientes clases, no vas a dedicar tiempo en formarte en esto, porque tienes una vida y al final debes priorizar y acabas viviendo con impotencia. Aunque más duro será para los padres afectados, ya que no todos tienen medios para llevar a su hijo o hija a un psicólogo o cambiarlo de centro.
Esto no es cosas de niños, es una situación muy dura y muy común y al menos eso sí se transmite bien en esta lectura. Otra cuestión que sí me pareció muy útil fue la recomendación de materiales como películas o canciones que pueden ser de ayuda en el aula.
Si estáis interesados en el tema y os llama la atención os invito a leerlo, como digo, está bien cómo lectura básica pero es un mundo tan amplio y tan complicado desde el punto de vista psicológico que requiere de muchas más lecturas y experiencia.