Más que con la historia me quedo con las reflexiones finales. Momentos de un opositor al franquismo en provincias, cuando el régimen daba los últimos coletazos de agonía y su visión posterior pasados los años, dónde ve que la política es, pues eso, una gran mentira y una mayor basura. La novela tiene un poco de todo, historia real, historia novelada, relaciones personales, humor, drama y un reflejo de la vida real como las traiciones. La vida en provincias está lograda, describe lo que verán los años setenta y en el siglo XXI, poco ha cambiado. Pero lo mejor son las reflexiones finales, servirse sin servir. |