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Postulé y gané este libro en una edición de Masa Crítica, y cuál fue mi sorpresa cuando descubrí que ya conocía al autor gracias a su "Los cementerios vacíos". Con esa apuesta tan arriesgada ya me ganó, pero con "Jávea" acabó de convertirse en un autor al que le seguiré la pista en el futuro. Como inmigrante, leer esta autoficción de Alberto Torres Blandina me hizo conectar con los recuerdos de mi entorno más próximo, pues pude reconocer en su Sagunto natal, la Burriana de mi adolescencia y de la infancia de mis amistades. También me sentí profundamente identificada con sus inquietudes y reflexiones, su evolución como personaje y persona, a pesar de la distancia geográfica que de nuestros inicios. Me gustó especialmente el uso que el autor hace de los tiempos narrativos, pues alterna recuerdos de diferentes etapas de su vida, llevándonos desde la infancia, a la adolescencia y a la edad adulta sin perdernos por el camino y sin la necesidad siquiera de dividir el texto en capítulos. La narrativa de Alberto está plagada de crítica social mordaz a la desigualdad social y de género, con escenarios cercanos, de ir por casa. Imposible no entenderlos y extrapolarlos a nuestra realidad más cercana. Me quedo con su: "Otros heredan un título nobiliario: mi madre heredó un título imaginario de cuidadora full time pero sin cobrar las guardias". Yo tampoco tuve y sigo sin tener una segunda residencia en Jávea, Alberto. |
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