Me ha gustado algo menos este segundo libro que el primero. Aquí ya conocemos cómo se mueven los personajes y sus razones, y sólo por ese motivo en algunos momentos habría entrado a darles de palos a la mayoría. Menos Clara Aldán, el resto son absolutamente aborrecibles (pero fascinantes). Pero curiosamente no me cae tan mal como yo pensaba que me iba a caer el cacique socialista del pueblo. Seguiré con el tercero ya que sin duda, es fascinante esta narrativa y cómo el autor hace una magnífica descripción del contexto social de la época... Y bueno, que se agradece leer algo con ambiente frío con estas calores |