Es una historia que llega a lo más profundo con una crudeza revestida de tierna infancia. La verdad nunca pensé que una historia narrada desde la voz de una niña, (que toca temas complejos, ej.: violencia patriarcal, abuso infantil, etc), fuera tan cruda, me pusiera la piel de gallina y me hiciera añicos el corazón. La verdad que duele leer, escuchar y ver cómo se discrimina, se trata mal al projimo por su color de piel, su religión, etc. Este libro te muestra una realidad que muchos no quieren ver o que no han vivido en carne propia. Espero que estás cosas dejen de suceder y que nos demos cuentas que todos somos iguales. Por supuesto que pienso seguir leyendo a esta autora porque me ha gustado mucho su manera de escribir. |