Ojos azules

Una historia en la que la ternura infantil se enturbia con la oscuridad de un mundo adulto del que sólo se puede escapar a través de los sueños.

Toni Morrison es una de las figuras más representativas del panorama literario actual. Ganadora del Premio Nobel en 1993, siempre estuvo muy comprometida con la lucha contra la discriminación racial y el papel de la mujer negra en un mundo marcado por la memoria de su tragedia y la búsqueda de identidad.

“Ojos azules” fue su primera novela, publicada en 1970. En ella conoceremos la difícil situación de Pecola, una niña convencida de que raza y belleza física van de la mano. Para ella, el hecho de ser negra es sinónimo de fealdad. Por ello, encuentra refugio en un pensamiento que le proporciona el consuelo y la fuerza que necesita en su día a día: piensa que tiene unos hermosos ojos azules, que asocia a la pureza, la inocencia y la superioridad. Unos hermosos ojos azules propios de una niña blanca y afortunada, con los que será mucho más fácil enfrentarse a todos y a todo.

A lo largo del libro, la autora trata temas relacionados con la vinculación entre autoestima y belleza, conceptos ambos enmarcados en un contexto racial. Asimismo, ahonda en las duras condiciones de vida de la población negra estadounidense a mediados del siglo XX, marcada por “el desprecio hacia su propia negrura, la autoaversión y la desesperanza”.

Destaca el estilo y las técnicas narrativas de Morrison: el uso de distintos narradores y una estructura original y fragmentada que fluye al ritmo de las estaciones del año. Morrison no juzga a sus personajes, ni siquiera profundiza demasiado en Pecola, ya que no pretende construir una novela que desvíe la atención del lector, sino un texto desgarrador que agita al lector, incitándole a reflexionar sobre la maldad, el odio o la perversión.

Toni Morrison otorga el verdadero protagonismo a la fragilidad y a los secretos velados que permanecen ocultos en el alma de los más pequeños.
Un libro, en definitiva, para descubrir “la verdad sobre cómo mueren los sueños” y cómo algunos suelos “son malos para cierta clase de flores”.