Ojos azules

Pécola es una niña negra que ha nacido sin suerte y pasa los días de su triste vida tratando de resultar invisible para los demás, hacia su despótico y agresivo padre, hacia su ausente madre, e incluso, hacia su hermano mayor, el cual no tardará en huir del temible entorno familiar. Pero Pécola también pasa desapercibida fuera de su casa y las pocas personas que reparan en ella lo hacen con frialdad o repulsa, y en los mejores casos lo hacen con compasión ante la fealdad de la muchacha. Sin embargo, Pécola sabe como conseguir cambiar su vida, y cree que si lo desea mucho esta se lo concederá. Pécola quiere tener los ojos azules porque "nada malo puede pasarte si tienes los ojos azules" ¿no?

Lo primero que choca es la dispersa narración de los hechos, inicialmente no estamos muy seguros si empezamos por el principio o por el final, pero rápidamente la autora nos sumerge en todos los temas que va a tratar. A través de las voces inocentes de dos niñas amigas de Pécola, va a describirnos el horrible mundo de los adultos, la violencia que estos ejerces hacía otros y el punto de normalización que las personas adultas llegan a fomentar, bien por ignorancia bien por sobrevivir, ante toda esta violencia injustificada.

"Ojos azules" nos narra una historia sobre la gran trampa del racismo y como somete a este a los propios afectados. Como dos tonos más claros de piel podían ponerte en una situación de ventaja con respecto al que tenías debajo y como esto se aprovechaba sin pudor o a veces sin comprensión. Esa metáfora de los ojos azules como protectores contra las desagracias vuelan durante toda la novela, dejando claro hasta que punto los negros no tenían ninguna oportunidad contra los blancos y que pese a que la esclavitud estuviera abolida hacía mucho, la resaca de tremenda barbarie seguía (y sigue) fresca mucho tiempo después.

Me gusta mucho como Toni entrelaza en sus historias el racismo y el machismo, porque son las mujeres las que viven esta doble violencia con más intensidad. Sus personajes femeninos son poderosos o no lo son, pero siempre viven una deseventaja doble por el hecho de ser mujeres y negras. En "Ojos azules"aparecen muchas mujeres negras con vidas diversas, pero ninguna de ella se salva del maltrato de un marido, de una jefa blanca, de un compañero de clase, o de cualquier hombre blanco que pase por el lugar. El relato constamente te hace sentir incómodo e impotente.

Creo que es un acierto monumental que las voces que cuenten la historia sean infantiles, ya que llega a existir cierto cinísimo y falta de importancia en ellas, hacia hechos horribles que sufre la protagonista. Todo el sentido de la novela reside en las conversaciones que estos adultos tienen delante de las niñas, conversaciones donde siempre se criminaliza a la mujer por las acciones violentas que los hombres ejercen hacia ellas. Los niños, y principalmente, las niñas aprenden creyendo que es culpa de ellas, que en las acciones de los hombres, la culpabilidad debe recaer siempre en una mujer. Y así crece y triunfa el machismo durante los siglos y los siglos, de madres y padres a hijas e hijos. Un ciclo sin fin.

En definitiva, leed a Toni Morrison, porque aunque no es una autora fácil ni en los temas que toca, ni en la forma en la que decide mostrarlos, es una autora imprescindible y no hay otra igual. Tanto en "Beloved" como en "Ojos azules" consigue mostrar temas bastante complejos de digerir que de alguna manera te hacen replantearte "y tú ¿qué harías?". Segunda novela que leo de la autora y segunda novela que me toca profundamente. Creo que la siguiente será "Sula".