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No es un libro malo. En absoluto. Me gustó, pero sentí que podría haber constado de menos páginas y menos discursos tendenciosos en el final. Resurrección es una historia sobre la redención y la nueva vida que viene indirectamente con ella. El título es bastante explícito al respecto. Nejludov (uso los nombres como están en esta edición en español) es un hombre de buena posición social que lo tiene todo, excepto una conciencia limpia. Algo hizo. Y los recuerdos de ese algo aparecen frente a su cara cuando tiene que juzgar a una mujer que conoce previamente, llamada Ekaterina Maslova. Los deseos de colaborar para que la pena sea lo más pequeña posible (porque aquí no hay inocentes) empiezan a producir cambios más profundos. Es la última novela de Tolstoy y se nota, basándome en lo poco que leí de él. La narración es simple y envidiable, porque incluso se encuentra belleza en pasajes tan crudos como los que relatan la vida en el presidio. Recordé La casa de los muertos (o La casa muerta, dependiendo de la traducción) de Dostoievski, aunque ambos toman rumbos distintos en algunos aspectos. Tolstoy focaliza en la burocracia y el desinterés existente en la gente que, precisamente, se encarga de condenar. La idea es buena y se capta sin problemas, pero me hubiera gustado que no se repitiera tanto. En cierto momento, la estructura de la novela se reduce a un patrón (visita- pedido- visita) que resulta aburrido. Interesante en el contenido, sí, pero aburrido al fin. Nejludov me pareció detestable, porque en ningún momento pude tomar su transformación espiritual como una decisión desinteresada. Los personajes son poco espontáneos en sus acciones y, en lugar de tener el efecto que creo que Tolstoy pretendía que tuvieran en mí, me provocaron hartazgo. En su mayoría, funcionan como modelos de algún defecto o virtud que se quiere exponer. Si bien noté que la misoginia es más tenue en esta novela que en Sonata a Kreutzer (por ejemplo), hay resabios, sobre todo cuando se tilda a un personaje de “afeminado” para descalificarlo después. No es algo que influya en mi calificación porque sé quién escribió esto y en qué siglo lo hizo, así que no tengo más opción que respirar hondo y soportarlo. A partir de la mitad, empieza la debacle. La última parte del libro es la decepción hecha hojas de papel. Y el final… Ese final que desentona con la novela y parece prefabricado me generó dolor de cabeza. Ni esperaba ni quería que terminara así, por más que comprenda cuál es el punto. Resurrección es una gran crítica y una gran guía de la moral al mismo tiempo, pero es demasiado evidente en sus intenciones. Me hubiera encantado que todo se desarrollara de forma más natural. Lamento que no haya podido convertirse en uno de mis libros favoritos porque el comienzo era muy bueno. de todos modos, lo recomendaría. |
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