La muerte de Iván Ilich

Ivan Ilich es un funcionario con una función clara en su sociedad, trabajar, trabajar y trabajar para llevar el dinero a casa y vivir una vida gris y monótona dentro de las convenciones sociales de su época. Se casa porque se tiene que casar, tiene hijos porque los tiene que tener, y sigue trabajando con el firme propósito de ganar más dinero, tener una casa más grande, un puesto más alto y un mayor estatus social.
Pero lo que ocurre es que desde el principio de esta pequeña obra, Tolstói (1828),uno de los escritores más importantes de la literatura universal, autor de obras como “Guerra y paz” o “Anna Karenina”, nos descubre que Iván Ilich ha muerto, y su muerte nos muestra una sociedad en la que sus compañeros y supuestos amigos únicamente piensan en quién heredará su puesto de trabajo. La indiferencia generalizada de todo su entorno es vivida con angustia por nuestro protagonista a la vez que comprende que irremediablemente está muriendo, y por ello podemos decir que su muerte es doble. Una muerte lenta, dura, dolorosa y llena de padecimiento físico, y una muerte por soledad, una soledad provocada por la falta de amigos de verdad o una mujer o familia que le quiera o aprecie. Tolstoi nos muestra una sociedad vacía, egoísta, triste y sin valores humanos que se dejan llevar por el día a día sin implicarse, sin sentir. Iván Ilich no le importa a nadie y aparecen muy pocos signos de esperanza.
Pero esto solo es una parte de la obra, porque Tolstói también realiza un acercamiento al sufrimiento previo a la muerte y a las angustias existenciales a las que alguien se puede enfrentar cuando ve en final cerca. Las preguntas que se hace Iván Ilich pueden perfectamente ser las que nos hagamos nosotros cuando se acerque el final, y esto sin duda merece una reflexión.
Sin duda una obra con diferentes estratos de análisis que muestra una cara muy triste de la sociedad y que a la vez trata de ser una reflexión sobre un gran tema del pensamiento humano como es la muerte.