Anna Karenina

Después de iniciarme en 2020 con "Guerra y Paz" y seguir leyendo más obras de Tolstói, no quería terminar el año sin leer su otra gran obra, "Anna Karénina".

Anna es una mujer joven, hermosa; y casada a una edad muy temprana, por decisión de una tía bienintencionada, con un funcionario prometedor mucho mayor que ella. Anna lleva una vida satisfecha dentro de la sociedad petersburguesa. Sin embargo, en un viaje a Moscú conoce a Vronski, del cual se enamorará locamente y cambiará su visión de todo lo que la rodea para contemplarla ahora bajo ese nuevo prisma. Mientras en Anna caen todos los desprecios e insultos de la sociedad, a Vronski (como es un hombre) no le alcanza el escándalo. Será en la estación de ferrocarril donde empiece y termine esta relación.

Por otro lado, vemos una historia paralela, el matrimonio de Levin y Kitty. Levin es un hombre con unos ideales morales y que solo vive para satisfacer sus impulsos, por lo que está en constante evolución.

Por tanto, podemos ver que la relación Levin-Kitty no solo se fundamenta en lo físico sino también en el sacrificio de uno mismo y el respeto mutuo; mientras que la de Anna-Vronski se fundamente solo en lo carnal.

Además de este tema del amor o matrimonio, Tolstói refleja de nuevo los problemas agrarios o la preocupación por la fe.

Así pues, nos hace reflexionar sobre los distintos tipos de familias que hay y cómo cada una es distinta independientemente del amor que se profesen.

"Todas las familias felices se parecen; las desdichadas lo son cada una a su modo."

🧐La acción de la novela comienza en 1872 y termina en 1876, pasan cuatro años.

🧐Levin, es en este personaje masculino donde Tolstói se ha retratado más que en ningún otro personaje suyo.

🌾Mi pasaje o capítulos fav han sido los de la siega...me han fascinado😍

Ana Karenina es un libro inspirado en la Rusia del siglo XIX, aquél País que se encontraba plenamente dividido entre la sociedad Burguesa y la clase obrera, que en esta ocasión será irrelevante dentro del desarrollo de la obra literaria.
Karenina, hija proveniente de la Realeza, casada con un próspero hombre de negocios, de manera repentina se enlaza en un profundo amorío con un joven militar llamado Wronsky, Tolstoi, magnífico autor de la obra, narra lo desgarrante y abrumador de la lujuria humana y nos hace entender que sin importar de la clase social de la cual se provenga, como seres humanos ninguno está exento del “pecado”, la historia se desenvuelve en un ambiente de excesos y prejuicios, mismos que predominan y se mantienen hasta nuestro días.
Karenina debe lidiar con la mediática represión social, como hija, madre, esposa y mujer, la hipocresía y los intereses se encuentran contrapuestos entre los personajes, mismos que luchan internamente con sus conflictos existenciales, vanos e impuros.
En la sociedad machista Rusa del siglo XIX, para una mujer muchas cosas se encuentran prohibidas, entre ella amar, amar a quien la ama, el amor en ese entonces no era un acto que surgía de los sentimientos que nacen del corazón, al contrario el amor era conveniente, era interesado, prácticamente el amor era todo lo que en realidad no es amor.
La Religión no deja de jugar un papel importante dentro de los sucesos, como un elemento fáctico donde se engendran todos los perjurios mundanos del lastimero y volátil mundo en el que la sociedad se desenvuelve.
Desde mi perspectiva este es un libro de exquisitez absoluta, de lectura fácil y comprensible, envolvente, que se ajusta a la realidad, recubierto de elegancia, romances y desastre, necesario para tener una comprensión objetiva de la humanidad post-modernista.

Según el traductor de la edición que he leído, "Anna Karenina" trata sobre la búsqueda de la felicidad. No sé si hubiera llegado yo a esa misma conclusión por mí mismo pero, una vez concluida su lectura, pienso que tiene bastante razón. Quizá sea un análisis profundo de la sociedad, y más concretamente del matrimonio y la relación de pareja. Si la novela comienza con su famosa frase: "Todas las familias felices se parecen; las desdichadas lo son cada una a su modo", al concluir la novela no puedo por menos que pensar que las principales parejas protagonistas son en cierto modo desdichadas. Por tanto, la novela habla tanto sobre la felicidad como sobre la infelicidad. Las parejas expuestas, cada una de una manera, sufren en sus carnes el desgaste del paso del tiempo. Anna y su marido son una pareja claramente fallida. Anna y Vronski tampoco sobreviven al paso del tiempo. Dolly y Oblonski subsisten cada uno por su lado, él siéndole repetidamente infiel y ella mirando para otro lado. Y Levin y Kitty, quizá la pareja a la postre mejor avenida, son pasto de unos celos objetivamente patológicos.
Levin es un claro remedo de Tolstoi, y por su boca el autor nos presenta muchas de sus reflexiones y contradicciones vitales. Y toda la novela está atravesada por numerosas preocupaciones del autor por problemas de la sociedad de su tiempo: la organización agraria, la guerra, la distinción entre las clases sociales, la religión...
En resumen, me parece una gran novela clásica, con un típico narrador omnisciente en tercera persona y ciertos elementos innovadores, como algunos atisbos de monólogo interior (magnífica la narración de las reflexiones de Anna camino de la estación de tren), que más adelante se desarrollarían más ampliamente en la literatura del S. XX. Una novela muy recomendable que quizá debí haber leído muchos años antes.

Estoy segura que todos conocéis la obra de Tolstói ¨Anna Karénina¨ era un clásico que tenía pendiente y que seguro de vosotros habréis leído incluso en varias ocasiones ya que es una historia que invita a ello.

Bella, rica y casada con un alto funcionario, Anna Karénina siente que su vida está vacía hasta que conoce al impetuoso conde Vronski.
Su posterior aventura extramatrimonial escandaliza tanto a su familia como a la sociedad, y trae consigo extravíos y amargura.
En esta clásica novela sobre el adulterio, la historia de una caída en desgracia convive con el conmovedor relato de una mujer que, enfrentada a la monotonía y a las convenciones, lucha por darle sentido a su existencia.

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Este libro nos descubre la sociedad rusa del siglo XIX. Nos habla del papel de la mujer en muchos aspectos, anteponiendo las reglas sociales de la época. A parte del romance que tiene esta novela destacaría como nos da a conocer la cultura, la religión y la alta sociedad en aquellos tiempos.
La crítica social hacia la mujer también está presente en aspectos como el derecho a trabajar o estudiar y su independencia del hombre.

- Como punto positivo destacaría los personajes de esta historia, creados de una manera fascinante, muy bien descritos y con una evolución sorprendente. Conforme lees la historia un mismo personaje te provoca sentimientos muy diferentes y eso siempre me llama mucho la atención.
Me ha sorprendido mucho como el autor nos introduce en la mente de los protagonistas, nos traslada esos sentimientos de culpa, de amargura, etc...

También destacaría la traducción de esta preciosa edición de Penguin de 1020 páginas. Los capítulos cortos hacen que se lea de forma más amena.

- Como punto negativo destacaría lo denso que se me ha hecho en alguna ocasión, también debo decir que me esperaba que sucediera con esta lectura así que no ha sido demasiada sorpresa.

Un clásico imprescindible que releeré en el futuro.

Comencé el año con mi segunda lectura de Ana Karenina y, despaciosamente, la termino ahora ya en el verano. Mucho me había desconcertado en mi (primera) juventud el que no se conceda todo el "espacio" a Ana, la titular, y que Lievin e incluso Stepán merezcan tanta consideración. Lievin es el personaje tolstoiano, con sus dudas, sus deseos de hacer lo mejor, aquél en el que podemos vislumbrar una solución a la irremediable y atroz contradicción entre la razón y los sentimientos que azota a todos los personajes, y destroza a Ana.

¿Somos todo lo racionales que creemos, que queremos ser? Resulta patente que en esta época moderna de Tolstói (recordemos que es una novela contemporánea, no histórica como Guerra y Paz, y anterior a esta) las pasiones, los deseos nos siguen dominando, y el absurdo y la injusticia reinantes en la sociedad se nos presentan aquí con lúcida crudeza.

Siguiendo con la cruel injusticia, citemos que es una de las tres gloriosas novelas sobre el adulterio (femenino, bien sûr) y la que menos me había convencido de ellas. Como en todas, resulta dolorosa la evidencia de la indefensión, de la atroz dependencia que tenía la mujer respecto al hombre (y aún tiene, en tantos demasiados casos): cuando Tolstói nos deja entrar ( con su legendaria maestría) en la torturada mente de la Karenina nos aferra y estremece, nos relampaguea de saber y nos sacude, nos conmueve; todo el resto es silencio.

Mejor estructurada, a mi entender, que Guerra y Paz, no tan tan pretenciosa e imbuida de la importancia de lo narrado, me sigue enervando esa brusquedad de la división en capítulos herencia de su concepción como folletín, y también esas situaciones mundanas que acumulan una crítica que se empeña en la claridad por la reiteración. Es esta insistencia y ritmo entrecortado lo que restan, para mi gusto, el placer por la lectura en esta, por otro lado, magnífica novela.

Durante demasiado tiempo ha sido de mis eternos pendientes, por considerarlo fuera de mi alcance tanto por su dificultad, tamaño, y por ser ruso sé que son perjuicios, y yo reconozco que los tenía y muy fuertes, pero después de ver algunas reseñas como la de Victorian Spirit, y ver que se organizaba una lectura conjunta dije este es el momento ahora o nunca. Yo tenía la idea preconcebida que al tratarse de literatura rusa no sería fácil de leer y que se me haría muy denso e insoportable, y nada más lejos de la realidad.
Es verdad que hay partes que son mas espesas y que no disfrute tanto, pero tiene mucha profundidad eso si cara el final creo que se paso un poco Tolstoy ,aun así me alegro mucho de haberlo leía y creo que leeré algo más de él sin tanto miedo

Digamos que cuando decidí leer el libro me sentía insegura y con miedo, porque seamos realistas, un tocho de 1000 páginas y clásico, es para pensárselo. A día de hoy no puedo sentirme más contenta de haberme adentrado en sus páginas. Ha sido un viaje largo, pero he disfrutado muchísimo del trayecto. Para mi sorpresa, Anna Karénina ha sido un libro ameno y fácil de leer, creo que en parte se debe a la maravillosa traducción de la editorial Alba.

La historia en sí me ha gustado más bien por las situaciones sociales que plantea el libro desde el punto de vista de la mujer, que por los sucesos. Cuando comencé a leer no tenía ni idea de qué iba el libro y me ha sorprendido que Tolstói tratara temas como la posición de la mujer (y hombre) en la sociedad del momento, la maternidad y el divorcio. Como personajes, Levin y Kitty me han parecido entrañables, Stepan y Dolly se convirtieron en desapercibidos desde la mitad del libro y Anna Karénina y Vronski comenzaron siendo encantadores y al final me han resultado insoportables.

Como punto negativo, Tolstói aprovecha su historia para tocar cuestiones filosóficas, religiosas, de política y también agricultura. Estos capítulos sí se me hicieron algo más densos por el simple hecho de que me falta conocimiento sobre el contexto histórico, político y social de Rusia en la década de 1870.

En general, una lectura sorprendente y agradable y para nada pesada.
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Bueno, por fin me decidí a afrontar esta extensa novela. Con mucha ilusión porque tenía muchas ganas de hacerlo. No me he sentido defraudada pero tampoco me ha parecido tan grandiosa como esperaba. El título me llevó a creer que Anna sería la gran protagonista de este libro y, aunque es uno de los personajes principales, la historia no gira solo en torno a ella, comparte protagonismo con otra familia. de hecho, he leído que el primer título que Tolstoi pensó para esta novela fue “Dos familias”, que me parece mucho más adecuado viendo cómo se desarrolla todo. Curiosamente me ha parecido mucho más interesante la historia de Kitty que la de Anna, que ha conseguido exasperarme muchas veces. El libro se compone de ocho partes en las que se van alternando las vicisitudes de ambas familias. Pues bien, la última parte ha sido un poco decepcionante, como si fuera casi toda ella de relleno. Demasiada política y poca trama para ser una parte final. Estos son los “peros”. Por lo demás, ha sido muy interesante conocer a la sociedad rusa de esa época y su forma de vida.

Poco a poco voy buscando ampliar mi espectro lector y eso me lleva a explorar otros autores y períodos. Recientemente, he tenido la gran suerte de disfrutar de otro estupendo clásico ilustrado de Editorial Alma, me refiero a Anna Karenina del escritor ruso Lev Tolstoi, primera obra suya que leo y segunda que éste publicó con gran éxito tras Guerra y Paz.

Anna Karenina es la historia de dos personas contrapuestas con la Rusia decimonónica y aristocrática como telón de fondo. Por un lado, asistimos a la historia de amor, lujuria y tragedia de Anna Karenina, una joven de buena posición casada muy joven con un hombre mayor que ella que termina perdiendo los vientos por el conde Vronsky, un hombre con fama de conquistador. Anna romperá con todos los convencionalismos de su época al llevar una relación adúltera y dejar a su marido, consecuencia que le acarreará un sufrimiento indefinible, puesto que la sociedad no estará dispuesta a perdonarle su elección. Por otro lado, tenemos la historia de Levin, un hombre apegado a la naturaleza, tranquilo y sencillo que se enamora de Kiti, la cual está fascinada por el famoso conde Vronsky.

Las historias de Anna y Levin, aunque muy dispares y con ciertas conexiones, son mostradas por el autor como dos caras de una misma moneda. Anna, como mujer, es cruelmente censurada por los suyos cuando cree encontrar el amor verdadero en brazos del conde. Anna es acosada y convertida en blanco de todas las iras pagando, a lo largo de toda la novela, un alto precio por buscar la felicidad fuera de los cánones que se le han impuesto como mujer. Rodeada de riquezas y abundancias, su independencia y libertad será el bien más preciado del que se la prive. Mientras que Levin, al ser un hombre, es más libre de escoger la vida que desea llevar. A diferencia de la vida de Anna marcada por el escándalo y la pasión, Levin aspira a una existencia pacífica junto a su verdadero amor Kiti, sin embargo, no le será fácil aspirar a su amor. El conde se interpone en la felicidad de ambos.

Me ha fascinado Anna Karenina no sólo por su historia, sino por cómo está escrita, de un modo magistral. Es una novela que aglutina amor, desamor, tragedia, crítica social y, en definitiva, se trata de una novela costumbrista que nos muestra a un variado elenco de personajes, fiel reflejo de la Rusia de entonces, donde aristócratas y burgueses se mueven en un mundo de falsas apariencias, hipocresías, clasismo y machismo. Una obra coral, con una Anna como eje central de toda la historia, que nos sumerge en unos tiempos difíciles de comprender hoy día.



Respecto a la edición, muy bella y cuidada como ocurre con todos los libros de Editorial Alma, viene acompañada de un punto de lectura en tela dorada así como por unas preciosas ilustraciones a todo color de la ilustradora Dàlia Adillon que convierte el libro en todo un deleite para los sentidos.

Anna Karenina de Lev Tolstoi es un clásico extraordinario, que requiere toda la atención del lector, la cual se ve notoriamente recompensada por una historia apasionada, trágica y de calidad. Un descubrimiento maravilloso el de la prosa de este magistral autor.


¡Mil gracias a Editorial Alma por el ejemplar!
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Una excelente obra que nos habla de diferentes temas.
Primero, es una crítica a la sociedad burguesa rusa, a las apariencias que se empeñan en mantener pese a cualquier cosa. El vacío en sus vidas y lo superficiales que son.
Segundo, es un libro donde Tolstoi se representa a través del personaje de lievin. Expone sus ideas sobre el dinero, el trabajo y las riquezas. Sobre las necesidades físicas y espirituales del hombre. Estas ideas las llevaría a cabo en su vida.
Tercero, a través de Anna, Alexandre y Trovsky (también de otros personajes) veremos distintas maneras de actuar y de conducirse de las personas. Como unos callan, son infelices y continúan llevando esa vida; y como otros deciden ir contra corriente.