InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de Ferrer


Ferrer
12 April 2020
La activista y escritora polaca Olga Tokarczuk (n. 1962), Premio Nobel 2018, era una desconocida para la mayoría de los lectores antes de ganar el celebérrimo premio sueco, a pesar de estar traducida a treinta idiomas y haber recibido el Man Booker International por la novela "Los errantes" (Anagrama). Su prestigio no traspasó la frontera polaca hasta el citado galardón. Feminista, militante en la izquierda ecologista y psicoterapeuta retirada que dio sus primeros pasos en la literatura con "El viaje de la gente-libro" (inédita en castellano), no probó las mieles del éxito en Polonia hasta su tercer libro "Un lugar llamado antaño" (Anagrama, 2020), que conforma junto a Los huesos de los muertos (Siruela, 2016) la tríada de libros disponibles en castellano.
Mediante una estructura fragmentaria, la autora polaca nos habla, entre otros, de los avatares de Kunicki que perdió a su esposa e hijo en una isla croata, de una mujer que quiere reencontrarse con su primer amor, del doctor Blau y su encuentro con la viuda del profesor Mole con el fin de aprender sus innovadoras y envidiadas técnicas, anatomista este enlazado con la historia del grabador Philip Verheyen (descubridor del telón de Aquiles) y su pierna amputada. Son más de un centenar de textos breves, como el espléndido “Harén (relato de Menchu)”, muchos de ellos vinculados y entretejidos por lo que no podemos hablar de mera acumulación. Si en “Irkutsk-Moscú” y en “Drama y acción” el lector se queda con ganas de más, “Vendedores de nombres” muestra una jocosidad aquietada, “Movilidad es realidad” resulta preciso en su reducida extensión y “Los errantes” con Ánnushka de protagonista evidencia una destreza narrativa para felicidad del lector; si “Pureza de sangre” posee un final rotundo, el de “La mano di Constantino” inquieta y perturba y el de “Ballenas. Ahogarse en el aire” contiene una ácida crítica sin tapujos. Algunos de los inicios de los textos son: “Mi peregrinación es siempre en pos de otro peregrino”, “la historia de mis viajes es solo la de mis dolencias”, “borro de mis mapas todo lo que me hiere”, “hice mi primer viaje a través de los campos, a pie”, “cuando salgo de viaje desaparezco del mapa”, “un viejo conocido me ha dicho que no le gusta viajar solo” y “tiene la maleta hecha desde hace unos días”, frases que bien podrían ser microrrelatos y que de igual modo definen el palpitar del volumen.
Este es un libro conformado por una prosa híbrida entre el mosaico y el puzle o, como la propia autora ha definido su obra, una “novela de constelaciones” con dosis de certera reflexión, de exhortación contra el abuso de poder (entre otros) y sin tentaciones manieristas. Entre la sugestión y el entusiasmo, la novelista polaca recrea la vida y la presenta como una verdad creíble, rica en estímulos emotivos y esterilizada por una capacidad creativa sensible y valiosa. La autora se aleja de la narrativa que se enroca en el yo, tan frecuente últimamente, y apuesta claramente por el poder de la fantasía, la evocadora fuerza de la imaginación. Para el francés Émile Zola, el novelista está formado por un observador y un experimentador y Tokarczuk lo es, porque ella arriesga y se aleja de lo convencional con acierto al mezclar la lucidez de la prosa elaborada y brillante con el deslumbramiento pirotécnico sin que el segundo llegue a cegar a la primera.
La vida como un viaje para lograr una experiencia más o menos indemne con la que llenar un vacío y saborear el siempre peculiar trago de la existencia, porque este viaje no es solo a diversos lugares más o menos variopintos, sino al interior de unos peculiares personajes convertidos en nómadas. Una buena lectura que hay que paladear.
Comentar  Me gusta         40



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro
Apreciaron esta crítica ()(4)ver más