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En cuanto vi la sinopsis de esta novela gráfica supe que tenía que ser mía. ¿Un hombre que de un día para otro se da cuenta de que tiene otra personalidad que le está robando la identidad? Ya pintaba genial de por sí, y si además añadimos el hecho de que estoy completamente obsesionada con historias sobre personalidades múltiples, realidades alternativas y multiversos, mis expectativas sobrepasaban cualquier límite. No me equivocaba. Esos días que desaparecen es una novela muy dinámica, con un refuerzo visual buenísimo y un desarrollo temporal que me ha sorprendido muy gratamente. En cuanto a su dinamismo, no dejan de suceder cosas desde la primera hasta la última página, y cada viñeta te ofrece detalles visuales maravillosos para complementar la historia. Concretamente, los momentos en los que nuestro protagonista y su equipo desarrollan sus espectáculos son visualmente brutales, al igual que la evolución y el crecimiento de dicho personaje. Su desarrollo temporal también es maravilloso. al principio me sorprendían los saltos temporales, pero a medida que iba avanzando me resultaba más fácil localizar temporalmente al personaje, y acabé disfrutando muchísimo cada página en la que el autor añadía más arrugas, más canas y facciones más marcadas al protagonista. En definitiva, una novela que me ha gustado muchísimo y que estoy segura de que volveré a leer de vez en cuando para volver a disfrutar de ella. |
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