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Críticas sobre El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes (119)
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raquelferviolin
 02 November 2023
Este es uno de los libros más hermosos, desgarradores y dolorosos que he leído nunca. Me ha roto en dos, y con cada página trataba de no desmoronarme, menos aún teniendo a mi madre sentada en el sofá de al lado.

No es un libro para todo el mundo, creo que debes estar preparado para lo que viene, porque posiblemente si esta novela hubiera llegado a mis manos hace cuatro meses no habría podido acabarla. No siempre tenemos la mente clara y no siempre podemos leer sobre una historia sobre una "madre" sin derrumbarnos.

Del mismo modo que con "Una madre" de Alejandro Palomas, no he podido evitar ver a "mi mamá" en muchas de las escenas narradas. La evolución de Aleksy en la relación con su madre en un verano, la forma en la que miraba (en pasado) y acabó mirando a aquella que le dio la vida, los ojos vivos de una madre...

Me cuesta imaginar que alguien pueda leer esta novela sin sentir una profunda presión en el pecho, sin evocar recuerdos de su niñez, adolescencia, madurez, o sin desear poder compartir el resto de sus días de la mano de su mamá, ese ser de luz que, en mi caso, no me regaló la vida una única vez, me la da cada día que me despierto y me deslumbra con su preciosa sonrisa.
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Pianobikes
 23 September 2021
“Aquella mañana en que la odiaba más que nunca, mi madre cumplió treinta y nueve años. Era bajita y gorda, tonta y fea. Era la madre más inútil que haya existido jamás.” ~ El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Țîbuleac.

Desde que leí las tres primeras líneas de este libro, las que encabezan esta reseña, ya sabía que este no iba a ser un libro cómodo. Y no lo es. Es un libro que precisamente incomoda desde la primera página, que es duro y angustiante pero al mismo tiempo no puedes dejar de leer porque esa dureza queda suavizada, por decirlo de alguna manera, con un toque poético.

Alesky es un joven que vive con su madre por quien sufre un gran rechazo. El odio del joven viene de la actitud que esta asumió ante la muerte de su hermana Mika y el doble sentimiento de abandono que él experimentó. Ahora Alesky narra en primera persona la historia de un verano con su madre en un pueblo, el verano en que el rostro de su madre era solo ojos, el verano en el que todo comenzó a cambiar para él.

Un libro de menos de 200 páginas que os recomiendo leer de un tirón porque los sentimientos que produce son como una marea que sube y baja y parece que te ahoga. de vez en cuando logras sacar la cabeza del agua y para ello la autora intercala unos capítulos de tan solo una frase en los que parece que tomas aire. Desde luego un libro difícil de olvidar.
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olgasololibros
 01 October 2022
Hoy toca una novela dura y cruda. Llena de sentimientos.
Aleksy es un joven con un trastorno psiquiátrico. Su terapeuta le aconseja recordar y escribir todo lo ocurrido en su pasado, a modo de terapia. Aleksy no tarda en sumergirse en su memoria y vuelve a verse sacudido por las emociones que lo asediaron cuando llegaron a aquel pueblecito vacacional francés: el rencor, la tristeza, la rabia. ¿Cómo superar la desaparición de su hermana? ¿Cómo perdonar a la madre que lo rechazó? ¿Cómo enfrentarse a la enfermedad que la está consumiendo? Un verano de reconciliación, de tres meses en los que madre e hijo por fin bajan las armas, espoleados por la llegada de lo inevitable y por la necesidad de hacer las paces entre sí y consigo mismos.
Podemos ver el odio de un adolescente contra su madre y el motivo de éste. Aunque lo más importante del relato no es el porqué o el como, sino los sentidos y sentimientos en todo momento. Un viaje de introspección personal, el valor de las cosas, el perdón. Una narración sin diálogos, de lectura ágil (pero dura), con unos capítulos muy cortos. Tatiana nos muestra un dominio del ritmo narrativo brillante, con saltos del presente al pasado (remoto o más próximo). Y deja la puerta abierta a la esperanza.
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LAKY
 31 December 2019
Llegué a este libro atraída por su curioso título; no sé por qué, siempre me atraen los títulos con la palabra “que” en su interior. Leí la sinopsis y me conquistó del todo. No suelo prodigarme en este tipo de libro (novela intimista, narrativa) porque, a veces me encantan, pero en muchas otras ocasiones me aburren así que los cojo con cuentagotas. Pero algo de éste me decía: “ve a por él, no te arrepentirás”. Y no me he arrepentido: este libro está entre mis mejores lecturas del año.

El comienzo de la novela es brutal, un sopapo en toda regla que pilla desprevenido al lector:

"Aquella mañana en que la odiaba más que nunca, mi madre cumplió treinta y nueve años. Era bajita y gorda, tonta y fea. Era la madre más inútil que haya existido jamás. Yo la miraba desde la ventana mientras ella esperaba junto a la puerta de la escuela como una pordiosera. La habría matado con medio pensamiento."


¿Cómo puede alguien hablar así de su madre? ¿Qué ha podido hacer una madre para suscitar en su hijo esos pensamientos? ¿O no es cosa de la madre sino del hijo?

Con esas frases la autora consigue dos cosas: dejar claro cuál va a ser el tono narrativo de su novela. Una novela cruda, dura y llena de sentimientos. Pero también, al menos en mi caso, provocar en el lector el deseo de seguir leyendo; no podemos quedarnos así, necesitamos saber por qué alguien puede decir eso de su madre.

La novela es el relato de Aleksey, su protagonista, el hijo de la mujer de ojos verdes. Aleksey es ahora adulto y, por recomendación de su psiquiatra, va a contarnos todo lo que pasó aquel verano. Un verano en el que su madre y él se fueron de Inglaterra a pasar tres meses en un pueblo francés. Madre e hijo no se llevan bien y ella tuvo que medio chantajearlo para que accediese a ir con ella. Y durante esos tres meses, llegarán a conocerse de verdad. Aleksey descubrirá quién es su madre y también muchas otras cosas sobre ella, la vida y la muerte. Nunca volverá a ser el mismo.

No os cuento más. He leído reseñas que cuentan demasiado de la historia; incluso la propia sinopsis que ofrece la editorial cuenta, a mi parecer, demasiadas cosas. Creo que es mejor que lo único que sepáis de este libro es que es buenísimo y empecéis la lectura sin saber apenas nada de la trama, que todo sea una sorpresa.

El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes” es un libro lleno de sentimientos que no deja incólume al lector. Es imposible leerlo y no sentirse sobrecogido por todo lo que el libro destila. Rabia, desprecio, desgarro, reconocimiento, amor, pena, más rabia… Todo cabe en este libro que es un auténtico sopapo emocional y que leeremos sobrecogidos de emoción.

La prosa de la autora me ha encantado. Tiene una manera muy especial de decir las cosas, dura pero al mismo tiempo contenida. Guarda el punto justo de emoción, se queda al límite, no se desborda en ningún momento. Y es de agradecer porque hay escenas y frases muy duras. Perfectamente podría haber hecho del libro una historia lacrimógena y, sin embargo, no lo es. No obstante, he de reconocer que si me hubiese hecho llorar le hubiese dado las cinco estrellas, me ha faltado ese plus

Obviamente es el propio Aleksey quien nos cuenta la historia en primera persona. Sólo tendremos su propio punto de vista, subjetivo, puramente personal. de lo que él dice deberemos entresacar lo que piensan y sienten los demás protagonistas de la historia, en concreto, su madre. Sólo la conoceremos a través de las palabras de su hijo y, por el párrafo que os he copiado, al principio es una visión muy dura.

El libro está estructurado en setenta y seis capítulos de muy corta extensión. Alguno de ellos no ocupa más que unas líneas. Con ello la autora consigue una tremenda agilidad narrativa, no muy habitual en este tipo de novela intimista. Conmigo ha conseguido que no me pudiese despegar del libro durante el poco tiempo que me duró su lectura. Literalmente, no podía parar de leer, me ha tenido completamente absorta.

Conclusión final

El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes” es un libro precioso que cuenta una historia tremendamente emocional que se mete dentro del lector. Ha sido una de mis mejores lecturas del 2019 y no dudo en recomendároslo.


Enlace: https://librosquehayqueleer-..
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Eldesvandellector
 21 August 2022
¿Saben esos libros que están hechos para removerte por dentro, en mayor o menor medida? Bien, pues “El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes” es uno de ellos, y en mi caso me ha removido mucho. Reseñarlo va a ser difícil ya que no quiero contar mucho de la trama porque es de esa clase de libros que calan de diferente manera en cada persona, así que intentaré transmitir mi opinión con los menos detalles posibles de la historia.

Debido a la fama del libro y a que ya tiene unos años sabía que la historia iba a ser dura. Ahora, lo que no pensé es que la dureza comenzará desde el minuto uno. Ya desde la primera página podemos sentir un pequeño nudo en la garganta, y que nos cuesta tragar saliva, al leer ciertas frases o párrafos. Y durante el resto de la novela, nos encontraremos en esa montaña rusa emocional de ir leyendo tranquilamente y que de repente el protagonista suelte una frase, pensamiento o acción que a mí, en más de una ocasión, me heló la sangre.

En esta historia vamos a ver dos puntos de vista, el de Aleksy y el de su madre, aunque el punto más desarrollado será el del chico ya que es quien narra la historia. Gracias a esta contraposición de visiones, veremos la misma historia desde dos ángulos distintos, y lo más impactante es que podremos entender a ambas partes por muy duros que sean los acontecimientos. Y aunque se vean cosas que están mal y que nos destrozarán por dentro, al mismo tiempo, mientras nos dan escalofríos o se nos llenan de lágrimas los ojos, comprenderemos la situación y nos desmoronaremos por dentro.

La prosa de Tatiana es otro de los puntos fuertes del libro. Sencilla y directa, nos transmite las emociones de ambos personajes como si de flechas directas al corazón se tratase, y es lo que hace a este libro tan desgarrador y único.
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Monica_Ruano
 11 December 2022
Primero de todo elegí este libro por dos motivos: su nombre y su portada. Las relaciones de abuelos y nietos, y madres e hijos son una de mi debilidad en la lectura. Acerté de pleno. Pero al principio creí que no. Me enfadaba Aleksy, el narrador de la historia "¿pero porqué habla así de su madre?" pero seguí leyendo y se convirtió en un relato de amor en estado puro. Amor de madre e hijo, aunque creas que no lo es, aunque pienses que no podrían quererse nunca, al final se convierte en un relato que se va superando, que va recreando esa relación que se va transformando durante ese verano finito, ese verano que acaba en un otoño agridulce pero revelador... Revelador y esperanzador para una madre y un hijo. También es una historia del perdón. ¿Lo mejor? Todo a través de los ojos de su madre, esos que eran verdes y en los que se fijaba por primera vez Aleksy, ese es el comienzo de todo... Es un libro corto, intenso y, como casi todas las historias de Impedimenta, fuera de lo común. ¡Os lo recomiendo de verdad!
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Ruben_johnboy
 01 November 2022
"Fuera lo que fuera o fuera quien fuera aquel lugar, me había atrapado y había empezado a conservarme como el vientre acogedor de una boa constrictor."

Aleksy aún recuerda el último verano que pasó con su madre. Han transcurrido muchos años, pero pronto vuelve a verse sacudido por las mismas emociones que lo asediaron en aquel momento: el rencor, la tristeza, la rabia. ¿Cómo perdonar a la madre que lo rechazó? ¿Cómo enfrentarse a la enfermedad que la está consumiendo? Este es el relato de un verano de reconciliación en el que madre e hijo bajan las armas, espoleados por la llegada de lo inevitable y por la necesidad de hacer las paces entre sí y consigo mismos. Un brutal testimonio que conjuga el resentimiento, la impotencia y la fragilidad de las relaciones maternofiliales. Una poderosa novela que entrelaza la vida y la muerte en una apelación al amor y al perdón. Uno de los grandes descubrimientos de la literatura europea actual.

"El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes" es un libro breve, pero de una intensidad abrumadora.

Según su escritora, Tatiana Tibuleac, en su país natal (Moldavia) hablar mal de una madre es como un crimen, una imprecación sin perdón. Pues de esa profanación inicial de un hijo hacia su madre nace una historia increíblemente bella, poética, que te atrapa por completo y consigue ponerte la piel de gallina.

Un inicio duro, rudo, ofensivo, pero necesario para entender la importancia y la necesidad del mensaje. Una madre, cualquiera que sea su punto flaco, su yerro, es la persona más importante en nuestras vidas. La persona que más nos conoce, la que más y mejores cosas hará por nosotros, sin excusas y sin pedir nada a cambio, algo que nace de manera natural e innegociable. El ser más divino y preciado que existe en nuestro día a día. Una madre. Un todo.

Aleksy, el hijo, ya en edad adulta y maduro, nos narra la relación con su madre, su ensañamiento hacia ella, rememorando de manera cruel su odio y su vergüenza hacia su figura materna en la niñez. Un diario que relata una historia muy dura, sobretodo por tratarse de temas difíciles de digerir: enfermedad, locura, desapego, incomprensión o soledad, entre otros, pero una historia, a su vez, esperanzadora, de segundas oportunidades, de la importancia del perdón y de la redención, de saber llegar a tiempo al cambio y de un verano que marca al protagonista para siempre, hasta convertirlo en otra persona.

Es dura, mucho, pero es fácil de leer. Muy bien estructurada, con capítulos cortos y personajes muy bien desarrollados. Un libro con una profundidad justa, la necesaria para entender el diario, el comportamiento de sus protagonistas. Un viaje que propone oleadas de vida que emocionan y que dejan huella.

¡Espectacular!

*VALORACIÓN PERSONAL: 9'5/10
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entresomnis
 02 August 2023
Con uno de los mejores inicios leídos hasta el momento, me quedé atrapada a esta lectura desde el primer instante. En tan solo cuatro líneas me provocó estupor, horror, desconcierto y rechazo. Las palabras que Aleksy, el narrador adolescente, le dedica a su madre hielan la sangre. El odio, el asco, el rencor y las ganas de matarla conmueven por su crudeza, rompen los esquemas de toda relación materno filial y nos ponen alerta para descubrir qué ha podido llevarlos a ese punto de toxicidad.

Pronto vamos descubriendo los motivos que han llevado a la madre a no saber querer a su hijo, a no saber mostrarle afecto, a no cuidarlo como es debido. Aunque lo sabremos a través de la voz narrativa del hijo, que por recomendación psiquiátrica debe rememorar el verano que pasó con su madre en un pueblo francés. Un verano del que todavía no ha podido salir. Una voz poco fiable, distorsionada por el dolor, el odio y la salud mental.

Madre e hijo, dos personajes desgraciados y solitarios, hundidos en su propia miseria y en su propio dolor, dos personajes a los que les sangran las heridas y la distancia entre ellos se abre como un abismo. Pero la certeza de que éste será el último verano que podrán pasar juntos les ablandará el alma y les regalará la oportunidad de acercarse el uno al otro, de conocerse, de comprender, de entender, de volver a empezar aprendiendo juntos a quererse de nuevo.

Y como si de una carrera se tratara intentarán recuperar el tiempo perdido, arañando cada minuto, implorando al reloj para que se pare y les deje disfrutar de todo lo no vivido. Y esa transformación será maravillosa. Convertirá el odio en ternura, la rabia en cariño, el horror en belleza y la enfermedad en bendición. Porque habrá válido más la pena perderla habiendo podido recuperarla, que seguir teniéndola rodeada de rencor. Una nueva versión de los dos renacerá para sanar las heridas del pasado, comprender y perdonar. Pero a veces lo más difícil es olvidar, no basta con entender, el daño está hecho.

La escritura de Tibuleac me dejó impresionada con la lectura de El jardín de vidrio, su segunda novela, pero no llegué a conectar con la historia y su estructura caleidoscópica. Esta vez sí me ha conquistado del todo. Su estilo directo, desgarrador, descarnado y a la vez lleno de belleza y lirismo hacen de su escritura algo único. ¿Cómo puede haber tanta hermosura y tanta poesía en palabras tan rotundas, despiadadas y desagradables? ¿Cómo en tan poco se puede transmitir tanto? Sublime. Una joya que ya huele a clásico y lo consigue en su primera novela. Magistral. Puro arte. Una lectura imprescindible.
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Sekhmety
 02 November 2022
Una historia muy bonita con un trasfondo cruel y tierno, acerca de las relaciones entre madre e hijo, cuyo amor lo puede todo. Alguien que conozco siempre dice que el mayor invento del mundo son las madres. Y sí, son esas personas sabias a las que volvemos y que nos dan lecciones de vida aunque no nos estemos percatando de ello en el momento.
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astateaine
 26 August 2022
Hay libros que comienzan de a poco y a medida que se va leyendo aumentan la intensidad, este no es el caso, la autora golpea al lector desde la primera frase, una frase cargada de una potente emoción.
El lector quiere saber, se siente casi obligado a seguir leyendo por quiere saber cuál o cuales son los motivos para que un hijo se refiera en tan duros términos de su madre.
Al avanzar la novela descubres que el hijo padece trastornos mentales, pero esto no responde a la pregunta principal. Es más aumentan las dudas, el no saber sobre que terreno se está pisando.
Es el propio protagonista quien nos va relatando los hechos acaecidos en un verano muchos años atrás, que nos habla de una dinámica enfermiza en la relación con su madre. de desprecio hacia ella, hacia su padre y hacia él mismo
Se sabe que en la infancia del protagonista ocurrió una tragedia, pero ¿Está gatillo la enfermiza dinámica familiar o solo puso de manifiesto algo que ya estaba ahí, pero no había emergido? También descubrimos que ante esta tragedia la madre no reacciona con para con el hijo de la manera más esperada o que se podría considerar "adecuada" pero ¿Explica este error tanto odio tanta aversión? Porque es claro que la madre no es un ser perfecto, que está llena de grises y oscuros y tal vez calificarla de "normal" no es lo más adecuado, con todas las limitaciones que esa clasificación implica, pero ¿Es culpable solo por no haber podido canalizar su dolor y no ser el refugio y bastion que se supone una madre debe ser para su hijo? Un hijo que a todas luces no es fácil de tratar, un hijo cargado de rencor y de odio
Un libro que me hizo pensar en la conocida pregunta de qué es primero si el huevo o la gallina, fueron primero las negligencias o carencias de ella como madre o simplemente su hijo la iba a odiar y despreciar de todos modos. Porque ese odio estaba ahí solo esperando el momento, algún hecho que lo haga emerger y desbordarse.
Y a medida que se avanza se siente que no se es capaz de tomar partido por ninguno de estos personajes, ni madre ni hijo, porque se sabe que la vida de ambos ha sido difícil que ambos sufren carencias, que ambos llevan un tremendo dolor en el alma, y que los dos son dignos de compasión.
Creo que uno de los puntos fuertes del libro es como lo atormentado de Aleksy traspasa las páginas del libro, por más que él lo trate de disimular con una buena cuota de ironía.
Volviendo a la madre, personaje central de esta novela, como dije la conocemos solo a través del hijo y creo que eso nos la desfigura bastante, porque sería fácil decir que no es una buena madre, que no supo estar para su hijo cuando esté más la necesitó, pero tampoco la podemos culpar porque ella también tuvo que lidiar con su propia desgracia y tampoco contaba con las herramientas y el apoyo que necesitaba para hacerle frente.
Una novela que nos lleva a lo más profundo y oscuro de una relación madre e hijo cargada de rencor, de odios. Que también nos da cuenta que la maternidad no es un don inherente a todas las mujeres, que muchas veces estás se ven sobre pasadas por las circunstancias y no saben como lidiar con el hecho de ser madres, menos si el hijo claramente presenta actitudes no son las más fáciles de llevar






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