No digáis que no tenemos nada

Nunca he leído un libro sobre la historia de Asia en general, pero es un tema que siempre me ha interesado, a pesar de no saber apenas nada sobre él. Así que puedo deciros que todo fue nuevo para mí, ver los sufrimientos de la gente en China, los movimientos revolucionarios, la dictadura a la que estaban sometidos y las cosas que les hacían a las personas... Ha sido desgarrador. Pienso que la autora se ha documentado muy bien a la hora de escribir el libro, sin embargo, de algunas cosas me faltaron explicaciones. Por ejemplo, contaba que había huelga de agricultores. Muy bien, pero qué pedían, por qué hacían huelga, etc. No se nos cuenta. No sé si teniendo más conocimiento sobre ese periodo de la historia de China lo hubiera entendido mejor, pero así la verdad es que me perdía en algunas cosas.
Los nombres también me costaron un poquito al principio, sobre todo cuando a nuestra prota la llaman de tres formas distintas, pero poco a poco nos hacemos a la forma en la que está contada la historia. Es un libro que tiene un poco de todo: amor, familia, sacrificio, pero todo esto con la continuidad de los sucesos que van aconteciendo. En especial, destaco el ámbito familiar porque es flipante como una pareja no sabía de sus hijos hasta más de 10 años después, o pasaban tanto tiempo separados, o cómo se acusaban entre ellos.... Es un aspecto que rompe, personalmente hablando.
Mi problemilla tal vez fue que, a parte de lo expresado arriba de las explicaciones, no fue una lectura que me enganchara. Leía por inercia, me picaba la curiosidad pero tampoco era una cosa desbordante y cuando paraba de leer, el volver a coger el libro me costaba una eternidad.
Me ha encantado que la autora nos presente letras chinas, sus significados y su formación. Nunca en mi vida he aprendido chino ni tampoco me he informado de qué significa cada cosa, así que disfruté como una enana cada vez que la autora nos mostraba eso.
Me ha fascinado que la historia esté tan relacionada con la música, todo tiene su sinfonía, su superación y los personajes están totalmente relacionados con la música. Pero lo mejor es el trato de dicha música como expresión de ideas y sentimientos. Es como si estuviera a la par con los sucesos que van aconteciendo. Por cierto, de los personajes, me quedo con Zhuli y Gorrión, me parecieron los más nobles y tristemente también los que más sufren. Jiang Kai también me gustó, creo que nos muestra la otra cara de cómo sobrevivir a una etapa tan dura como la que se nos cuenta en la novela.
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Dura, emocionante y preciosa es esta lectura con la que pongo fin al #marzoasiático.

Marie vive en Canadá con su madre. Acogen en su casa a Ai-ming, una joven que ha huido de China después de las protestas de Tiananmen.
Ai-ming cuenta la historia de su familia a través de saltos en el tiempo y conocemos la vida de Gorrión, un brillante compositor, de Zhuli, una prodigiosa violinista y de Kai, un enigmático pianista.
Dos familias, tres generaciones.
De la Revolución cultural, a las protestas de la Plaza de Tiananmen.
De la lucha incesante cuando se considera que traicionas al pueblo por amar una música que se ha prohibido porque sí, como tantas otras cosas.

Me ha gustado porque hay varias líneas temporales, y aunque normalmente una me gusta más que otra, aquí he disfrutado con todas y creo que ha sido porque no hay cortes bruscos en la narración de las distintas épocas. Me ha gustado porque me encantan las novelas costumbristas y esta lo es.
Me ha gustado porque cuenta una parte de la historia, que desconocía, y lo hace con los detalles justos y necesarios.
Me ha gustado porque los personajes me han parecido cercanos, con sus luces y sus sombras.
Me ha gustado por su prosa, tan suave y sonora que te mece al leerlo.
Y me ha gustado porque es muy dura y hay mucho drama y a mi, que queréis que os diga que a pesar de todo, el drama en una historia tan bien contada me gusta. Aunque me haga sufrir enormemente y me haga llorar a mares.


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