“Ella lo miró con gran sobriedad. - De veras lo cree, ¿no es así? – dijo, con la expresión de quien cree estar contemplando un fenómeno inexplicable. - Así es – dijo él. - Tiene usted fe en que finalmente triunfará el Bien. - Sí. - ¿Por qué? - No lo sé. […] Ninguna otra actitud es válida.” |