Corazones en el balcón

Ha sido un libro que he devorado y me ha dejado con ganas de más, aunque todo queda cerrado, pero es que al ser los personajes como son, quieres saber más de ellos, porque se merecen que todo les vaya bonito y más sabiendo lo que pasa en el epílogo. Es el segundo libro que leo de la autora, y como el anterior, se me ha hecho corto y me ha dejado con la sonrisa en la boca.

Nos vamos a encontrar con Maca, que anda un poco perdida y tiene que volver a encontrar a la Maca que un día fue. Mientras eso ocurre, va buscando hacerse con ese artículo que le consiga la estabilidad laboral que merece y a la vez, ha tenido que ir a vivir con Oli, el mejor amigo de su hermano, que es bombero y un poco bala perdida en cuanto a relaciones se refiere. Ella empezará a encontrar corazones con mensajes en el balcón y su humor regresa junto con las ganas de vivir, aunque una fiesta sorpresa pondrá su mundo patas arriba.

¡Qué personajes ha creado la autora! Empiezas a leer y ves el caos que es Maca, pero también lo bien rodeada que está y no puedes más que empatizar con ella. Oli es, desde el principio, un “hermano-colega” mayor tocapelotas, que siempre está ahí, pero aun siendo así es un gran amigo. En casa de ambos se dan situaciones hilarantes que… vaya imaginación. Los secundarios, son enternecedores.

Y como os decía ,es una historia de esas que cuando las acabas te dejan una sensación de bienestar, pero también te hace pensar que en un momento dado, y por un malentendido, toda tu vida podría haber sido diferente, ¿mejor, peor? No se sabe, simplemente diferente.

Desde luego, como ya he dicho, la historia me deja con ganas de mucho más.

Mención aparte el Siete Mares, un lugar encantador donde se desarrollan algunas escenas detonantes en la historia y del que espero conocer pronto esas historias paralelas que ya se intuyen en Corazones en el Balcón. Recomendadísimo.