Refugio

Este es un libro para leer con calma, sin prisas, para dedicar tiempo a reflexionar y recibir en muchos de sus capítulos paz y tranquilidad. El libro se divide en capítulos, más o menos cortos, lo que hace de su lectura muy fluida. Además, cada capítulo se titula con el nombre de alguna de las aves que habitan el Refugio, y siempre nos va diciendo el nivel del lago en el momento que se narra ese capítulo en cuestión. Aún así, me ha parecido largo, como que le sobran algunas páginas, que daba vueltas a los mismos temas una y otra vez.

Cabe destacar el trabajo de la traductora en este libro, impecable, con una cantidad ingente de aves para traducir, y un resultado espectacular.

Durante toda la lectura podemos ir conociendo la cultura mormona, ya que Terry y su familia son creyentes de esta religión. al principio, la autora presenta sus tradiciones más cercanas a la naturaleza, las más bonitas. Pero después nos va descubriendo una cara de esta creencia poco respetuosa con las mujeres. Así, aunque parece que ella va aceptando estas tradiciones, al final decide no ceder. Deja a un lado el miedo a ser rechazada por la comunidad para dar un paso al frente y reclamar justicia, algo que no les dejan hacer a las mujeres.

El hecho de que las mujeres de alrededor de Terry, no solo de su familia, vayan enfermando de cáncer y muriendo una a una me daba qué pensar. Ya llegó un momento en el que me parecía inverosímil, pero todo tiene su porqué. En las últimas páginas, antes de los agradecimientos y del listado de aves que habitan el Refugio, Terry nos explica por qué las mujeres de Utah son propensas al cáncer.

Una curiosidad que me ha pasado al leer este libro ha sido el reflexionar sobre cómo nos cuentan la historia de cada cultura. Hasta ahora, he oído mucho, y seguro que vosotros también, que la historia de EEUU es corta, que comienza con los primeros colonos que llegaron de Europa. Obviamente siempre he tenido en cuenta aquellos pueblos que ya vivían en estas tierras, pero nunca he sabido demasiado de ellos. En este libro, la autora describe yacimientos arqueológicos que datan de los primeros siglos de nuestra historia, y lo hace con gusto, con ganas de contar lo que estas personas hacían en sus tierras. Ya es hora que se hable más de estas culturas, por lo menos en mi opinión. Me interesa mucho el tema, sobre todo porque apenas se publica un porcentaje pequeño de lo que se sabe. Canciones, tradiciones, creencias, trato con la naturaleza… Terry nos explica muchas de estas cosas, y es de agradecer.

Un libro cuanto menos curioso, que con unas páginas menos para mí hubiera valido, pero que se me ha hecho largo y pesado en algunos puntos por la reiteración de la autora en ciertos temas.

Fue un viaje profundo a Utah, me gustaría estar tan conectada a la tierra como la familia de la protagonista. Aunque es evidente que no sale gratis. Me gustó mucho el interés genuino por el territorio, la naturaleza, las aves y por sí misma. Fue un recorrido al interior del Gran lago saldo y al interior de Terry Tempest. Hubo magia y fue tristemente lindo.
Duele la vida cuando hay vida.
Aprendí mucho y cada que aparecía el nombre de una especie la buscaba, fue super bonito ver tanta diversidad, aunque fuera a través de una pantalla... no sabía que había taaaaantos tipos de patos! Que bella la creación del cielo (y del agua)
Me gustaría en otro momento releerlo y hacer una monografía más consiciente, más bonita y física con todos los animalitos mencionados.
La lectura es muy lenta, y no es queja, pero detenerme a ver la diferencia entre las alturas alcanzadas por el lago parecía un lujo que no podía darme.
También me gustó cuando mencionaba los intentos por controlar lo incontrolable, los ingenieron siempre tratando de domar la naturaleza y los biólogos solo observándola. Bueno, no es tan así, pero sí se nota como cambia mucho la perspectiva desde cada disciplina.
Los cambios y la necesidad de fluir y ser resiliente se nota en cada subida.
Pasé varios veces leyendo este libro, y tuve la oportunidad de hacer algunos viajes a lo largo de la lectura, me asombró cómo había cambiado mi interés por las aves, antes, solo eran esas manchitas en el cielo, y ahora, pude verlas como estos seres resistentes, me da tristeza que terminemos con sus hábitats, quisiera tener el impulso como el de la escritora, de defender y resistir, sería genial entenderlas tanto como ella, conocerlas e identificarme así.
Verlas en el cañón del sumidero sondeando el cielo y alimentándose, fijárme más en las figuras de su vuelo, escuchar sus cantos al interior del bosque, no encontrarlas entre los árboles pero saber, que estaban y se comunicaban, verlas en el cielo sobre el mar, nadando entre las olas y sondeando el atardecer, en serio es mágico como un libro puede hacerte ver cosas nuevas aún cuando lleva tiempo cerrado.
Gracias Terry Tempest Williams

Quería hacer una reseña que estuviese a la altura de la belleza inconmensurable de este libro. Sin embargo, no creo que mis palabras le hagan justicia. de lo que estoy muy segura es que este es el mejor libro que leí el año pasado, pero también en mi vida. Y pocas veces tengo la suerte de poder referirme a un libro como excepcional, pero Refugio lo es.

Resumir el argumento de este libro es bastante sencillo, no así tratar de explicar la emoción que he experimentado durante su lectura. Su autora, Terry Tempest Williams, es conservacionista y activista medioambiental con una amplia formación universitaria en biología y educación ambiental. Refugio es un libro de memorias, pero también de ornitología, y también de denuncia ecologista. En este, la autora nos habla de El Gran Lago Salado en Utah, refugio y lugar de descanso de infinidad de especies de aves que utilizan estas aguas para alimentarse en su época de reproducción, y durante el paso migratorio. También nos habla de las crecidas nunca vistas del lago, y su efecto en el ecosistema, en el santuario de aves migratorias, pero también en las infraestructuras humanas.

Especial mención merece Regina López Muñoz por su maravillosa traducción. No sólo por mantener el tono poético y emotivo de la obra, sino además por haberse asegurado de cuidar el lenguaje ornitológico en castellano, así como de usar los nombres comunes oficiales de las distintas especies de aves.

De verdad Terry, gracias, gracias y más gracias por haber escrito este libro. Nunca me he sentido tan ligada a una historia, a esa belleza tan lírica con la que dotas a tus observaciones ornitológicas, pero también a la enfermedad. A nuestros cuerpos, a la lucha con nosotras mismas, a rechazar la tragedia. Gracias por las lágrimas. Gracias por tu estilo poético, sosegado y delicado. Por transportarme a la calma y la tranquilidad del lago en el que, sin embargo, todo está en continuo cambio. al igual que tu vida Terry. Y las nuestras.

Refugio es un libro de memorias. Es nature writing. Es denuncia. Es política. Porque lo personal siempre es político. Es un libro que acompaña, que camina de nuestra mano, que cuida, que sostiene. Y que se queda dentro, muy hondo. Porque la vida, en todas sus formas, es lo único que importa.

Un libro necesario a muchos niveles. La espiritualidad de Terry Tempest Williams no se reduce a su religión, si a ningún sincretismo, es propia, sincera, evoca libertad en cada frase.
La relación con los pájaros y con su madre y su tía, con las mujeres de su familia, crea una simbiosis que no fuerza nada, sino que fluye en la historia, forman simbología que no se reducen la una a la otra. Es la vida, tal cual, solo que la vida tal cual desde su perspectiva tiende a hilarse.

Sin juicios ni perdones, una historia de fuerza, valor, lucha por la salud de la naturaleza, sueños, feminismo y sororidad. Un libro duro pero muy hermoso de leer

Extraordinario relato que recorre las crecidas del Gran Lago Salado paralelo a la muerte de la madre de la autora. Duro, honesto y, aunque la idiología mormona de la autora a veces nos chirríe, el libro es un canto a la vida, a la naturaleza y la muerte