Sueños de dioses y monstruos

El inicio es muy lento y se puede hacer pesado. A la autora le encanta enrollarse contándonos hasta los pensamientos más insignificantes de los protagonistas, repitiendo continuamente sus miedos y anhelos (como si no hubiera quedado claro la primera vez) y eso se traduce en más de 200 páginas de puro relleno. El ritmo es muy pausado, la poca acción que hay está muy espaciada y esperaba una mayor intensidad durante los enfrentamientos. Entremedias nos encontramos de todo: escenas de amor y odio, alegría y tristeza, celos, arrepentimiento, miedo, culpa... y esperanza, mucha esperanza; me atrevería a decir que es la palabra que más se repite en todo el libro.

Karou y Akiva luchan juntos para conseguir un mundo mejor. Pero no cuentan con la inesperada aparición de los stelian, otra raza de ángeles que no me despertó ningún interés. Tal vez porque me parecía bastante tarde introducir en el tercer libro toda una nueva raza y contar su historia deprisa y corriendo, intentando darle un poder y una importancia muy lejos de lo que reflejaban sus personajes.
Y luego está Eliza, una chica joven con un pasado bastante perturbador, pero precisamente fue su historia lo que terminó con mis ilusiones puestas en este libro. ¿Por qué? Porque con ella la autora acabó por aburrirme. Siempre usando la retórica, filosofía, moralidad y religión... Está bien enseñar al lector, pero aleccionarlo continuamente es muy molesto y hace la lectura más pesada de lo necesario.

Tenía mis esperanzas puestas en el final y, por suerte, me gustó. Es un desenlace agridulce acorde con este libro repleto de amor y odio. Aunque me molesta que deje varias tramas sin cerrar y una de ellas podría haber sido de las más interesantes. En general, me siento bastante decepcionada con la lectura. En mi opinión, el primer libro, Hija de humo y hueso, no ha tenido ninguna continuación a su altura.

Saludos ;)

Es el tercer y último libro de esta trilogía. Empieza justo donde termina el otro a diferencia del segundo, cosa que agradecí bastante.

Con este libro, aunque estuve dos meses leyéndolo (tranquilidad que no es tan largo), engancha, me parecía interesante y no es para nada pesado, pero estaba pasando por un bloqueo lector y no había forma de avanzar.

Sigue escrito en tercera persona y en varios puntos de vista, tenemos a: Mik y Zuzana, Eliza, Liraz, Akiva y Karou, y no sé si se me olvida a alguien más así que, no podemos pedir más.

En cuanto a los personajes hay algún que otro cambio que también agradecí.

Karou se ve más madura y responsable y Akiva vuelve a “estar bien”, pero lo que no me gusta es que parece que depende de Karou para estar bien. La relación entre ellos está entre que sí y que no, aunque parece que ambos quieren dejar el pasado en el pasado y empezar a luchar por su futuro, pero esto es una sensación que te da durante el libro, porque las intenciones no se ven claras.

Mik y Zuzana son los que traen la alegría a este libro y diría a toda la trilogía. Acompañan a Karou en todo momento, pero siempre desde un punto de vista más optimista.

Ziri también es un personaje que me ha gustado mucho, ya que desde siempre ha sabido qué debe hacer y cómo actuar.

Liraz es la que más cambio ha tenido, ya que la vemos como una persona fría, desconectada de sus emociones, pero poco a poco va conectándose y conociéndose a sí misma.

Alguna de las partes del libro no he entendido su sentido SPOILER: cuando los serafines están en el Vaticano, pero no hacen nada más, no cogen las armas, no montan ningún espectáculo, simplemente esperan en sus habitaciones, lo que me parece que baja un poco la acción del libro en general.

La alianza que se forma es muy creíble, ya que no hacen un círculo y cantan canciones de High School Musical, sino que tienen problemas reales de convivencia, de no soportarse y de tenérselas juradas.

Es un buen final de trilogía cerrado, todo se queda bien atado y sabemos lo que va a pasar en un futuro.

Aunque sea una trilogía adolescente, tiene un toque original que no tiene otra, ya que no se basa solo en las parejas románticas y sus problemas, sino que algo mayor que ellos, dejando el amor en un segundo plano.
Enlace: http://suenodeseneca.blogspo..

Los serafines dirigidos por Jael han cruzado el portal a la Tierra, lo que ha hecho que Karou deje su rabia atrás y junto a Akiva organicen una peligrosa alianza entre dos antiguos enemigos. Pero si quieren derrotar al ejército de Jael, quimeras y serafines deben trabajar juntos. Sin embargo, un peligro mayor acecha más cerca de lo que creen y puede amenazar la vida de todos, sobre todo la de Akiva.

Con este último libro tengo sentimientos encontrados porque aunque me ha gustado se me ha hecho demasiado lento en algunas partes. A ello no ayudó que tardé bastante en leerlo pero en general sentí que la autora daba demasiadas vueltas sobre las mismas cosas. Para ser sincera todo el tema del advenimiento me aburrió bastante, sobre todo en los primeros capítulos, aunque en general la trama se desarrolla de una manera un poco lenta. Por un lado tenemos a las quimeras y a los ilegítimos haciendo planes para derrotar a Jael y por otro tenemos al nuevo emperador de los serafines en la Tierra intentando conseguir armas para acabar con sus enemigos. La verdad, es que me faltó algo de acción. Tampoco creo que ayudó, que en este libro la trama romántica cobra mucha más fuerza y yo soporto el azucaramiento en dosis pequeñas pero si me das mucho romance me empalaga. Aunque la narración es súper bonita y por eso lo pude sobrellevar mejor. Lo que más me ha gustado del libro es que cobran relevancia otros personajes secundarios como Liraz y Kiri que me han encantado, o Esther y los stelians que me han fascinado. Aunque me siguen encantando los principales, Akiva sigue siendo de lo más dulce pero creo que Karou deja la rabia que siente en todo el segundo libro demasiado rápido para estar suspirando todo el rato por Akiva. Aunque ha estado entretenido leer cómo los dos se intentaban resistir a la atracción que sentían ambos. En este libro la verdad es que por fin se explica cómo funciona la magia, y que repercusiones tiene hacer un uso indebido, así como todo el papel de los stelians, la formación de ese mundo, los velos y qué son realmente los caídos que por fin me ha ayudado a entender el mundo creado por la autora. Lo que menos me ha gustado creo que es el final, porque deja la trama abierta, como si la autora tuviera pensado escribir algo más sobre este mundo. La autora nos explica un nuevo problema al que tendrán que hacer frente pero no nos dice cómo lo enfrentarán. No sé los personajes tienen un buen final pero creo que deja demasiadas cosas sin explicación.

Wow, la acción y el drama que hay aquí son geniales.
Es interesante ver las relaciones que se entablan y conocer Eretz más profundamente.
Zuzana y Mik demuestran lo importantes que son. Y la aparición de Eliza es espectacular.

En fin, en mi reseña de "Días de sangre y resplandor" había culminado diciendo: ¡Veamos qué pasa despueeeeeés! y así.

Pues, efectivamente muchas cosas pasaron después.

En esta última entrega de la trilogía Hija de Humo y Hueso -libro que sigue siendo mi favorito entre los tres- encontramos que el amor triunfa por más herido, desolado, perdido y roto que esté. Siempre, cuando es verdadero, vuelve a sanar.

Karou y Akiva habían atravesado taaantas cosas, demasiadas para contarlas, pero me sentí tan feliz al saber que al fin podrán estar juntos, y que, aun cuando todavía queda mucho por resolver, jamás volverán a perderse el uno al otro.

Honestamente, los tres me gustaron bastante, pero me prometí que sólo perdonaría a Akiva por sus acciones horrorosas del pasado si cierta cosa ocurría y como no ocurrió...

Brimstone no querría que viviese con esa espina en el corazón, pero no soy yo, lo juro, es mi rencor que parece tener corazón propio y a veces no puedo decirle que no.

Adicional a esto, me siento feliz por haber encontrado este trilogía. Laini es una maravillosa autora y cada palabra suya es vida para mí. Por otra parte me entristece que se haya acabado. Quería más de Ziri y Liraz...pero el tiempo se encargará de todo.

Lo importante es que cada moneda está en su tarro y el futuro comienza.

Viajaré a Eretz. Si Laini dice que es real, pues me mudaré unos días. Soy una quimera también, está entre mis convicciones, así que a cazar portales.

La serie me gustó mucho, pero esta última parte no ha llegado hasta mis expectaciones. El ritmo es lento (o eso me pareció a mí) porque se repiten pensamientos varias veces, incluso escenas enteras del libro anterior, lo que es de ayuda si pasa mucho tiempo entre la lectura de la segunda parte y la tercera, pero no ha sido mi caso. Y sí, estoy de acuerdo en que cada detalle ha sido acertado, cada hilo ha sido trenzado para que resulte un final conforme, no obstante, para mí ha sido demasiado. A veces, hay que dejar asuntos a la imaginación del lector.
Akiva es maravilloso, una de las mejores creaciones como personajes.
Pero al final, los recuerdos son los que quedan de una historia, igual como de la vida, y esta saga quedará durante mucho tiempo en mi corazón.

Esta es la última entrega de la trilogía hija de humo y hueso, he leído mucho de este género, y puedo decirles que es una de las mejores novelas de esta clase. Gran parte de esto se debe a la forma en como la autora la escribió su estilo es tan interesante.
Con esta entrega la autora asombra con la adicción de personajes y con soluciones un poco flojas, a las situaciones que se presentan a través de este último libro.

Sueño de dioses y monstruos es un cierre que me deja un sin sabor de boca, aunque me encanta la trilogía debo decir que este es el libro que menos me gusto, sentí al final algunas situaciones de más que me parecieron tan típicas de otras sagas, que en realidad si no hubiesen estado no alteraría para nada el curso de la historia.

Desde el primer libro sentí que la autora iba entretejiendo las situaciones de cada personaje ya sean los protagonistas o los secundarios, para que al final se complementaran y así crear una gran historia, pero debo decir que en este último libro me costó comprender el curso de la esta debido a la cantidad de relleno que tenia

Me encanta la forma en como Laini Taylor estructura a sus personajes y como de a poco nos va contextualizando hacia cada uno de ellos, este es sin duda uno de los fuertes de esta saga.

La relación entre Karou y Akiva se tornó tan melosa que casi me da diabetes, enserio necesitaba un descanso entre escenas, por ello, me fascino el hecho de que la autora le dedicara unos capítulos a los otros personajes como a mi amada Zuzana y Mik ellos son tan geniales y me agrada que sean humanos entre ángeles y quimeras. Otro de los personajes es Liraz que deja a un lado su rol como “hermana de Akiva” para ser simplemente “Liraz” y toma mucha fuerza en la trama. La verdad estos pequeños sucesos salvaron la historia.

A pesar de todos los errores que tuvo esta entrega, debo decir que quede muy satisfecha con el final y que me llena de tristeza cerrar un mundo tan emocionante como el que ha creado Laini Taylor, con el cual mis emociones estuvieron todo el tiempo involucradas, fue una lectura entretenida que sin lugar a dudas, se quedará en mi corazón y en mi memoria, durente mucho tiempo.

Y con este libro se termina esta trilogía, debo decir que no fue de mis favoritos, si bien siempre me atrapó la historia, no solo la parte de Karou y Akiva, si no que la historia en general me costo un montón seguirle el ritmo, la verdad se me hizo super pesada y este libro por las páginas que tiene en dos-tres días se podría terminar tranquilamente, pero no, a mi me tomó al rededor de una semana terminarlo y al tardar tanto ya se me hacia pesadisimo para leer.



En cuanto a la historia que conlleva, me gusta, me gusta la trama que tiene desde el primer libro y algo que todavía me sigue gustando es que en ningún momento tengas que elegir bando entre quimeras y ángeles. Como tratan de reconstruir un mundo mejor para Eretz, dejando las guerras y los enemigos atrás para consolidar la paz en su reino, es algo que transmite un mensaje hermoso para nuestra actualidad.



Yendo por los personajes, me fascino el aumento de protagonismo que fueron adquiriendo algunos de ellos.

> Mik y Zuzana: Dios que puedo decir de esta maravillosa pareja humana. La forma en que se hacen protagonistas estos dos es impresionante, el apoyar a su queridisima amiga en todo lo que para ellos, unos meses atrás, habría sido incoherente es asombroso. Aunque también llevan una historia entre ellos es que me tienen enamoradisima 😍 Creo que son la relation ship goals jaja

> Esther: Uff esta mujer, desde la primera vez que hace su aparición como abuela en el primer libro me dije, esta mujer me cae mal, y que va no me equivoque. Simplemente es una caza-fortuna, una mercenaria, una hija de su madre. Dios el odio que le tengo es inmenso 😬

> Jael: Bueno la guinda de la torta, Emperador de Astrae, que decir del "bello" de Jael, es una persona ambiciosa y con un alma muy oscura, un perfecto dictador. Me alegro de su final no les voy a mentir.

> Ziri y Liraz: Liraz, a la que nadie quisiera enfrentarse porque es probable, para no decir obvio, que no saldría nada bien. Es fascinante como en este libro se llega a tocar el corazón de este ángel pudiendo ver hasta lo más profundo. En cuanto a Ziri, el afortunado Ziri y el último de los Kirin, termina su reinado como Thiago, El lobo blanco, para poder ser quien realmente es, un ser hermoso con esperanzaras de que todo puede suceder si se quiere. Y es que esta nueva pareja que se esta formando con estos dos es maravillosa. 😍😍

> Eliza: La verdad es un personaje que no me llego a cerrar del todo. Realmente no es de mis personajes favoritos de la historia. Su pasado y su historia son algo que no llego a entender por completo

> Los stelian: En los cuales se encuentran Nigthingale, quien resulta ser alguien muy cercano a Akiva y por el otro lado Scarab, una mujer un poco ruda y escalofriante que no me llega a cerrar del todo su presencia.

>Akiva y Karou/Madrigal: El comienzo, un nuevo mundo gracias a ellos, el poder estar juntos después de tanto tiempo llego, pero no todo les es un campo de rosas, ya que estas rosas tienen espinas, y no es cuando Akiva empieza a "jugar" con una nueva especie de magia a la que le llaman sirithar, lo cual le lleva a caer en las espinas de estas rosas. Mientras tanto Karou se encarga de levantar de sus cenizas a Loramendi. Hasta que pueden volver a verse, al menos hasta que pase el invierno.





Si bien me encanta la trama, se lleva muchas cosas en contra y es la falta de interés que llegas a tener con el pasar de las páginas. Otro contra es que que no llego a entender la historia, si bien la trama dije que era buena, la historia me queda en una cuerda floja que no se entiende, y con esto hablo del final.

Tal vez soy yo, tal vez si le pregunto a otras personas que lo leyeron no me dicen lo mismo pero bueno, son puntos de vista de cada. 😃

Aviso: como es el último de la saga la reseña puede tener spoilers de los libros anteriores.

Me resulta imposible no sentir cierta tristeza al terminar la trilogía. No he leído mucho de este género, pero me atrevo a decir que es una de las mejores novelas de esta clase. Y gran parte de ello se debe a que está muy bien escrita (el estilo puede gustar o no, pero mal no está) y que tiene una historia que, si bien suena conocida, no se desarrolla de la manera más predecible, al menos no hasta el final. Tampoco roba mundos, si no que asienta una construcción de los mismos. Sueños de… es un cierre que me dejó una sensación algo tibia, independientemente de la melancolía, y que cae en algunos errores típicos de los finales de algunas sagas. Tal vez yo sea demasiado quisquillosa, pero me pareció que era un libro radicalmente diferente a los anteriores. Me costó mucho diferenciar entre la funcionalidad y el relleno. Es un 3 con 1 estrella más porque me encanta esta saga.

Karou y Akiva están tratando de conseguir que quimeras y ángeles se unan para derrotar a Jael, que después de llegar a la Tierra con su ejército de Dominantes tiene un plan tan macabro como ridículo entre manos. Karou sigue con el engaño de la existencia del Lobo Blanco, ayudada por Ziri, quien tendrá relevancia en la trama hasta cierto punto. Mientras tanto, el libro empieza presentándonos a un personaje femenino nuevo, Eliza, una joven científica que sufre pesadillas extrañas.

Por supuesto, la primera pregunta que surge en la cabeza del lector es “¿cuál es la relación entre A y B?”, pero es algo que se desarrollará de a poco, con la dosificación característica de la información que maneja Taylor. Sin embargo, esto no será siempre así. Aquello que se desliza a cuentagotas, en el libro termina colisionando en el final. Para mí, es el síndrome de las telenovelas. Y el choque es abrupto, porque hay que asimilar mucho en poco tiempo y eso no es algo que me convenza demasiado en una trilogía. Se podría haber empezado desde el principio con ciertas cuestiones que explotan en Sueños de… y, de hecho, mucho de lo que se menciona al pasar vuelve a aparecer para tomar fuerza. El resto, todavía lo sigo buscando.

Uno de los puntos fuertes de esta saga son los personajes y eso se mantuvo. Hubiera preferido que no se borrara tanto a los protagonistas, a pesar de que cuando la narración se centra en ellos se vuelve melosa. Si bien Akiva tuvo un buen desarrollo y planteaba dudas, Karou siguió siendo la del libro pasado pero un poco más transparente. Salía de las sombras para hablar de amor y más amor, pero en lo referente a otras cuestiones, me pareció hasta innecesaria. Los personajes secundarios tienen sus capítulos propios y se los merecen, porque le dan dinamismo a la historia cuando está demasiado inclinada hacia la relación entre los protagonistas. Zuzana y Mik son geniales (aunque ella sigue cayéndome pesada…) y divierte que sean tan humanos entre ángeles y quimeras. Liraz sale de su rol como “hermana de Akiva” para ser simplemente “Liraz” y toma mucha fuerza. Y Ziri necesita urgentemente un spin off . Porque sí.

Extrañé bastante la atmósfera mágica y oscura del primer libro. En este se desencadena una guerra y no parece tal, porque la crueldad de Días de sangre… aparece por destellos (o tal vez se haya transformado en otro tipo de crueldad, como la que practica Morgan Toth). Extrañé las locaciones y la separación del mundo humano con Eretz. No me pude quitar la sensación de que algo se estaba perdiendo por el camino.

Para cerrar, me encantó el universo que se plantea y, a pesar de estar insatisfecha con algunas respuestas, la ejecución me pareció bellísima. Muchas de las historias de personajes secundarios lograron emocionarme doblemente: por los hechos y por las palabras. Taylor no sólo busca la manera más ilustrativa de hacerse entender, sino que también toma en cuenta quién está actuando para adaptarla a su personalidad, por más que no use la primera persona. Así que sigo fascinada con la forma de escribir y la imaginación (bueno, o la capacidad de tomar elementos y “pegarlos” con ella) de esta autora. Tiene una identidad.

Sueños de dioses y monstruos no es el mega cierre de la saga que tanto estaba esperando, pero tampoco fue una completa decepción. Sostengo que es una de las mejores sagas que leí (si llegué hasta el final, fue por algo) y puedo decir con orgullo que no debo lamentar ni la pérdida de tiempo ni la extinción de mis neuronas (si es que tengo). Espero poder leer pronto algún otro libro de Laini Taylor y ver hacia donde me lleva.

Enlace: http://desarmandoclasicos.bl..

Fue el peor libro de la trilogía. La autora metió 500 páginas de relleno contando cosas sin sentido como: Pedicuras, locuras por chocolate, pedos (si, pedos), lucha de "miradas" y demás tonterías.
Jamás creí que alguien que no tenga menos de 12 años pueda ser tan inmadura escribiendo.