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Elsie Porter se acaba de casar con Ben Ross. Su historia de amor ha sido corta pero muy intensa. Se conocieron el día de Año nuevo en una pizzería y, desde ese instante, ya no se han separado... hasta que un camión atropella a Ben. Su muerte es inminente y el mundo de Elsie, que ni siquiera ha recibido el certificado de matrimonio, se derrumba en un segundo. Elsie se encuentra, de repente, sola, en estado de shock y viuda. Y, aunque se desmorona, tiene el apoyo de su amiga Ana, con la que comparte un vínculo especial. La sorpresa llega cuando, en el hospital, aparece Susan Ross, la madre de Ben, que desconoce la existencia de Elsie. Un encuentro tenso, donde saltarán chispas, será el detonante de discusiones, malos entendidos y reproches. Sin embargo, la relación de estas dos mujeres se irá convirtiendo en el eje de la historia en la segunda mitad y viviremos su evolución. Elsie deberá aprender a sobrevivir en un mundo sin Ben, que ha dejado un enorme vacío en ella, mientras lidia con su trabajo, su amistad con Ana y la nueva relación con su suegra. Esta historia de pérdidas y segundas oportunidades es brutalmente honesta. Vemos a una protagonista vulnerable, que deberá entender el mundo de una manera diferente tras la pérdida de la persona más importante de su vida. La pluma de la autora es maravillosa, pues consigue generar sentimientos en el lector. Y siempre crea personajes realistas, que sufren y que viven intensamente. Es, definitivamente, preciosa, a pesar de la tristeza de los acontecimientos. La recomiendo encarecidamente si no la han leído. |
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