Hotel Magnifique

Mi historia con Hotel Magnifique fue algo así como el amor a primera vista: lo descubrí por redes sociales y tan solo con su portada y su título supe que tenía que leerlo en cuanto tuviera la oportunidad. Daba la casualidad de que se publicaba al día siguiente, por lo que no me pude aguantar y me hice con un ejemplar en el mismo momento en que salió a la venta.

Lo primero que me sorprendió nada más aventurarme entre sus líneas es que se trata de una historia en la que la magia se escapa por todos sus costados y es capaz de atravesar sus páginas. Emily J. Taylor ha creado un universo para su libro de una forma soberbia: ha prestado atención a todos los detalles hasta dar como resultado una ambientación espectacular que te sumerge por completo en un mundo sobre el que quieres desvelar todos los secretos.

Además, te atrapa con una destreza inigualable: una vez que lo empiezas no puedes parar de leer hasta que llegas a su conclusión. de hecho, pensé que iba a encontrarme con una trama de lo más simple, pero me fui dando cuenta de que era mucho más compleja y oscura de lo que podría haber parecido en un primer momento.

He podido encontrar en ella, además, varios giros argumentales que no me esperaba para nada y que han hecho que disfrute mucho más la experiencia de la lectura. La historia, por otro lado, está tan bien construida que cuando te das cuenta de lo bien que su autora lo ha ido hilando todo desde el principio hasta el final que no puedes más que alabar su trabajo.

Otro de los aspectos que más he disfrutado durante la lectura del libro es la prosa de su autora, pues cuenta con unas descripciones brillantes y que te trasladan por completo dentro del Hotel Magnifique con una facilidad asombrosa.

Ahora bien, en cuanto a los personajes, he tenido una serie de sentimientos encontrados. Por un lado, hay un grupo de personajes que me resultaban de lo más intrigantes y sobre los que quería descubrir más. Sin embargo, Jani, su protagonista, no me terminaba de cuadrar en determinadas ocasiones: si bien es cierto que resulta entrañable, no me resultaba tan convincente como debería y no lo veía tan bien desarrollado como para tratarse de la protagonista de la historia.

Por último, y aunque de esto no tenga culpa ninguna su autora, he de comentar algo que me ha chocado durante la lectura del libro: en ocasiones, he tenido la sensación de que el texto no había sido revisado en ningún momento. Las erratas abundan a lo largo de sus capítulos, así como traducciones mal hechas (hasta llegar al punto de cambiar el tiempo verbal en un mismo párrafo o incluso confundiéndose entre primera y segunda persona en alguna frase) entorpeciendo la comprensión de lo que se está leyendo.

En definitiva, Hotel Magnifique es una novela que rozaría la perfección si no fuera por un par de detalles que le restan parte de su valor. Una historia de esas que no te cansarías de releer en el futuro.

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