Aquel verano

Este libro me ha parecido un gran ejemplo de cómo enseñar sororidad a las niñas. Y es que hemos crecido rodeadas de prejuicios, de etiquetas e insultos hacia las chicas. Porque, ¿quién no ha escuchado alguna vez que alguna chica era una guarra, una zorra? Y siempre de manera gratuita, sin conocer ni siquiera a la víctima de los insultos.

Rose y Windy están comenzando la adolescencia, una época de la vida algo difícil pero preciosa. Por eso, están forjando el carácter y la manera de ser que más adelante determinarán qué clase son de persona. Es un buen momento para aprender que hay que dejar de lado los prejuicios y apoyarnos unas a las otras.

Además de esta historia, vemos otra paralela sobre el aborto natural y el daño psicológico que puede traer a la mujer que lo sufre. La tristeza de este golpe tan duro que te puede dar la vida se explica muy bien con unas pocas viñetas en este libro.

Sí, lo considero un libro feminista porque aboga por la amistad entre chicas, sin ningún tipo de competitividad, por no prejuzgar o ni siquiera juzgar a otras mujeres y por su manera de abordar el tema del aborto natural. Pocos libros he leído que traten estos temas, y más de esta manera tan normal y bonita. Creo que todas las mujeres necesitan saber sobre este tipo de cosas por si en algún momento ellas o alguna amiga , hermana, prima, vecina viven algo similar.

Recomiendo la lectura de esta novela gráfica a cualquiera al que le interese alguno de los temas que he nombrado antes y que quiera pasar un buen rato con un libro. Para adolescentes también lo veo bien, pero quizá a partir de los 14 o 15 años. Aunque las chicas protagonistas de esta novela son algo más jóvenes, hay algún comentario que no me parece adecuado a edades más tempranas.