Varias personas recuerdan lo que vivieron antes, durante y después de un suceso en un piso de estudiantes en Lyon un viernes casi a medianoche. Tallón consigue retratar y transmitir las emociones y sentimientos de los protagonistas cuando escuchamos los flashbacks y rewinds de la escena adelante y atrás, saltando del presente al día de los hechos y del pasado al futuro, y las conexiones entre ellos. Un relato muy humano, con reflexiones que te hacen sentir cercano y tocado por lo que transmite. Me lo he leído como hacía tiempo que no lo hacía: de una tirada. La causa de la desgracia queda en un plano secundario, lo importante es la pérdida y como continúan sobreviviendo los que la han sufrido. El terrorismo no es el tema central. Se lanza la suposición de quienes son los culpables de la explosión, pero no se le presta demasiada atención. Lo importante son las consecuencias en las víctimas no los motivos del o de los posibles terroristas. Lo que de verdad nos transmite es el vacío que dejan los que se van de repente, el adiós, lo efímero de la vida y como está regida por la casualidad. Las víctimas “estaban en el sitio equivocado en el momento equivocado”, pero no con las “personas equivocadas”, puesto que queda demostrada su amistad y como estaban felizmente reunidos. |