Sabéis que hay autores con la capacidad de transportarte al lugar exacto en el que transcurre la historia que narran, que te hacen vivir y sentir la trama como si estuvieras allí, que consiguen que veas y escuches a los personajes… pues eso es lo que ha conseguido Kostas Taksís con “La tercera boda”. Una historia de supervivencia, de lucha por salir adelante, de debilidades y fortalezas, pero, sobre todo, de mujeres. Mujeres obligadas a avanzar contra viento y marea, resignadas a llevarse la peor parte pero manteniendo ese instinto de inconformidad y reivindicación tan característico de la mujer mediterránea. Mujeres matriarcales, mujeres inconformistas, mujeres madres y mujeres amigas; mujeres que hacen lo que pueden con aquello que les ha tocado en suerte. Mujeres con las que quizá no se tenga nada en común, cuyos pensamientos o acciones equidisten por completo de lo que pensamos o sentimos, pero con las que se logra empatizar gracias a la maestría narrativa de Taksís, pues no solo consigue que las entendamos, sino que hace que sintamos su lamento como nuestro. Mujeres de a pie, vulgares, terrenales, a las cuales utiliza Taksís, con gran maestría, para volcar sobre la mesa las más duras realidades y multitud de temas tabú, mujeres viviendo su maternidad y su feminidad de forma diferente o políticamente incorrecta, mujeres que no se esconden, que viven y sienten con todo su ser, cuya pasión y humanidad, cuyos errores y aciertos, atraviesan las páginas para llegar al lector de una forma muy viva, natural, sencilla y, sobre todo, muy real. A través de las conversaciones, más bien chismosas, entre Nina y Ecavi, y los recuerdos de la primera, seremos testigos no solo de esta lucha por salir adelante y de este convulso día a día, sino del complejo panorama político, histórico, social y familiar de la Grecia que les tocó vivir. Una historia de vida diaria, a caballo entre el costumbrismo y la crítica social, dura, directa, en la que se paladea cierta tierna amargura y que, aún así, tiene la capacidad de hacer esbozar al lector alguna que otra sonrisa. Adictiva, sorprendente, humana… GENIAL. + Leer más |