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Tenemos ante nosotros una historia dividida en cuatro partes en las que se narra el encierro involuntario de 42 adolescentes de una misma clase con la única intención de que se maten entre ellos y sólo sobreviva uno. A medida que avanzas en la historia se nos presentan los diferentes sentimientos y motivos que llevan a los participantes a asesinar a sus compañeros, bien sea el miedo, la auto defensa, o simplemente el no querer perder. El echo de describir estos sentimientos ha logrado que conecte con la mayoría de los personajes que aparecen. Es una lectura que te atrapa desde que abres la primera hoja y engancha hasta que lo terminas. Hay ciertos momentos en los que la narración es un tanto repetitiva pero en mi caso no me ha afectado en exceso ya que el autor enseguida da un vuelco a la historia y la cosa se vuelve a animar. He de comentar que no creo que sea una lectura para todos los públicos, si no te gustan las cosas sangrientas y demasiado gores, no se si os gustará la historia. Soy una persona demasiado sensible y las historias fuertes me cuesta leerlas ya que mi imaginación me suele jugar malas pasadas, y en esta lectura hay partes en las que se me ha revuelto el estomago y es que, que no se nos olvide que el autor es japonés y éstos suelen ser muy sangrientos para las aventuras. Los personajes que aparecen son de lo mas variopinto ya que en una clase de 42 alumnos es lógico que haya de todo tipo de caracteres y esas luchas de personalidades me ha hecho más interesante la lectura. Respecto al tema de los personajes, me asustaba bastante los 42 nombres japoneses ya que me sonaban todos igual y no sabía si sería capaz de distinguir quién era hombre o quién mujer, pero en está edición te viene un listado con los nombres separados por chico y chica y el número que poseen en clase, por lo que en caso de duda siempre puedes consultar ahí. de todas formas el autor te pone casi siempre el número de alumno que es. Tanto si habéis leído como si no, los juegos del hambre, os recomiendo que le deis una oportunidad a esta novela. Tiene la ventaja de ser un libro autoconclusivo y, aunque el final puede ser predecible, a mí me ha gustado bastante. |
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