Buenos relámpagos de lucidez literaria mezclados con una idiosincrasia un poco refractaria. El fantasma de la vanguardia es un personaje ficcional de la crítica literaria argentina, pero no la académica sino la otra, más interesante, que piensa lo literario sin compromisos con la autoridad. de hecho, contra toda autoridad -pero que se vuelve una nueva autoridad en loop-. Creación de Tabarovsky. Retoma su otro gran personaje que es la literatura de izquierda, que es algo parecido, lúcido y arbitrario. El fantasma es una especie de hijo incestuoso de la literatura de izquierda. La vanguardia aparece como un inasible espectro de atributos escurridizos, algo vivo y muerto a la vez. Me gustó hacia el final lo que dice sobre la relación entre ficción y ciencias sociales, la dinámica cruzada de lo narrativo, el pasaje del naturalismo de un lado al otro.
|