Para Helga

Cuando vi que otraaaa vez, me agarré libro con viejo muriéndose, tuve ganas de golpearme la cabeza contra la pared🤦‍♀️. Dios!! Me tocaron todos!! Entiendo que es la ley de la vida. Son viejos. Se mueren. Entiendo que es un momento inexorable, absoluto y aterrador y que por ello, son libros conmovedores. Enfrentarse a la muerte no es para cualquiera (y sin embargo todos tendremos que hacerlo). Lo entiendo todo. Pero hace poco me leí " la gratitudes" , " Patrimonio", " la edad de hierro" y algun otro mas😫. El duelo me tiene los ovarios en remojo! Estoy podrida de que se me mueran todos los viejos! Pero igual seguí leyendo (soy mala abandonando libros)...y ...que bueno porque el asunto tomó otro cariz😁.

El viejo sí estaba más cerca del arpa que de la guitarra, PERO, a diferencia de los otros, no estaba estrictamente despidiéndose. Este dulce ancianito le estaba escribiendo una carta a...TARAANNN!!! Una mujer con la que tuvo un tórrido romance, estando ambos casados😱 y no precisamente entre ellos😱.

Así que, además de que nunca había leído a un islandes y de que me gustó conocer un poco de esta vida en el campo tan apartada de la civilización y tan cerca de la naturaleza...además de todo eso, no hay nada como dos viejos apasionados! Estaban como locos!! Eran granjeros, criaban ganado lanar y pues... oveja va, oveja viene, andaban amándose como si no hubiera un mañana...y no dejaban de arrancarse la ropa con los dientes🙊. Por los clavos de Cristo🙊 las cosas que hicieron en ese pajar🙊. ✋ Aclaremos. El islandes este, no es Elisabet Benavent. No estaban chichoneando cada media pagina. Pero cuando sí lo hacían, cielo santo, no escatimaban en entusiasmo😅.

El libro es corto, poético y totalmente visceral. Te recuerda que hay gente que se ama con locura, aunque tenga toda la vida y las circunstancias en contra.

P.d: si bien me encantó, le quito media estrella porque tiene una escena que aborreceré por el resto de mi vida😠Maldito islandes. Lo castraría 😠. Yo tampoco escatimo en entusiasmo cuando me enojo😠.

Bjarni es un anciano de noventa años que, en los últimos días de su vida, decide escribir una carta a Helga, una mujer voluptuosa y visceral, por la que sintió hace ya muchísimos años, mientras estaba casado, un amor prohibido y una pasión desmedida que despertó todo tipo de habladurías entre la comunidad vecina, pero que le enardecía una y otra vez sin remedio. Lo hará desde la granja en la que ha vivido casi toda una vida y desde donde divisa también el que fuera el hogar de Helga y su marido. Ella, una mujer decidida como pocas, le escribió entonces proponiéndole que huyeran lejos de allí, a un lugar donde comenzar de nuevo y dar rienda suelta a su pasión. Él nunca tuvo el valor de responder. Es hoy, desde la soledad más absoluta, y haciendo balance de lo que ha sido su vida cuando es capaz de darle una respuesta.

Aunque pudiera parecer que por los años del protagonista este fuese un relato contenido, nada está más lejos de la realidad, porque Bjarni se mete en la piel del hombre que fue y rememorará con todo lujo de detalles el abanico de emociones y sensaciones que despertó en él la sensual Helga. Lo hará a través de una carta evocadora, llena de referencias literarias, salpicada de poesía islandesa, en la que se alternan momentos intensos donde se palpa ese ardor que le esclavizaba a Helga con otros más serenos a través de los que va trazando un fresco de la durísima vida rural de un ganadero en aquellos años, de lo que implica el amor por la tierra, del infierno que suponen el invierno islandés y de lo complicado en ese ambiente hostil que era llevar a cabo cuestiones elementales.

Para Helga es una novela intensa, de emociones a flor de piel en la que un granjero repasa la vida de un hombre aferrado a sus raíces y la historia del amor y pasión desmedida que sintió por Helga, mientras va esbozando un retrato de la vida rural en Islandia hace casi un siglo. En general una lectura satisfactoria por la fuerza del relato por momentos, aunque desde mi punto de vista con un ritmo irregular y en la que determinados detalles explícitos relativos al cuidado del ganado, y comparados con el deseo carnal por una mujer, han provocado en una urbanita muy de olores cierto rechazo. Y no me entendáis mal, no hacia la novela, sino hacia una escena en concreto.

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Una historia epistolar muy bien contada, con tintes eroticos pero sin caer en la vulgaridad. Un libro que reúne las confesiones de un anciano mezcladas de una forma magistral con la narrativa popular, muy recomendable