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En Japón, la grulla es un símbolo de larga vida y buena fortuna. Según el folclore japonés, si una grulla de papel representa mil años de felicidad, mil grullas representarán un millón de años de felicidad. Este libro es el resultado de que un niño en Nueva México estudiará en la escuela la historia de Sadako Sasaki y el monumento a la Paz de los niños en Hiroshima, y la curiosidad de su padre y autor en saber la historia del monumento Genbaku-no-Ko-no-Zo. Sadako tenía 2 años (1945) cuando la bomba atómica destruyó Hiroshima, cada año pasaba controles médicos, era una gran estudiante y deportista. A los 12 años comenzó a encontrarse mal, le diagnosticaron Leucemia e ingreso en el hospital. Decidió hacer grullas de papel para que se cumpliera su deseo, volver a tener salud. Hizo algo más de 1500. Su sueño no se cumplió y tras fallecer se creó un gran movimiento para hacer un monumento en su honor, donde la gente lleva o envía grullas de papel a día de hoy.(1958). Sus padres repartieron sus grullas entre familiares, amigos, también acompañaron a su hija y conservaron muchas de ellas. En Nuevo México está la réplica de este monumento (1995), Monumento a la Paz de los niños Estadunidenses, curiosamente muy cerca del Álamo, donde se fabricó la bomba atómica. El autor viajo a Japón y conocía a mucha de la familia de Sadako, le regalaron una de sus grullas de papel.(1994). Este libro es amistad, paz, familia, es unión para demostrar que en una guerra no hay vencedores. Es un libro sin edad que todo el mundo debería leer, por la historia real, las ganas de vivir y por cómo se consigue ese monumento con la figura de Sadako. Al final del libro explican como hacer una grulla, no es fácil. |
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