Y, de repente, un beso

No voy a hablar de Nina y Marta, creo que estos dos personajes son la clave de todo lo que nos trae. El blanco y el negro y a la vez, el destino personificado. La gran disyuntiva que va jugando en pos a una historia que comienza con una gran obsesión, que se torna oscura por momentos, otra más clasificadora pero en todo momento, estamos bajo las manos de una pluma que sabe jugar con el lector a través de los pensamientos de Alex y que Y, DE REPENTE, UN BESO, supo darme un final sorpresivo y justo, me ha parecido que todo lo que he sufrido, la animadversión que se me despertó quedó aplacada mientras una sonrisa satisfecha se dibujaba en mi rostro haciéndome asentir y decir... ¡Así se hace!

Calista Sweet definitivamente me ha dejado sin palabras, admito que ha jugado con todo un arsenal, con personajes que de verdad no eran santo de mi devoción, que igual no lo terminaron siendo pero que de alguna forma me terminaron ganando y eso.. no es fácil. Así que ahora, me siento ansiosa por ver qué otras delicias me esperan con su pluma. ¡Feliz lectura|
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