El caso Hartung

Dejemos a un lado el aire de thriller nórdico del libro, proporcionado no solo por su cubierta, sino también por el nombre de su autor y porque los hechos ocurren en Dinamarca, para centrarnos en el caso que investigará Thulin, una joven e inteligente inspectora de la unidad de homicidios, junto con Hess, un inspector que se acaba de incorporar tras su «descanso» forzado de la Europol, en La Haya. Aparece una mujer asesinada, y mutilada, en un parque infantil cerca de su casa; no hay casi pistas ni indicios que ayuden a comenzar la investigación, hasta que el forense descubre una huella en la castaña de un muñeco hecho con castañas de una niña que lleva más de un año desaparecida y a la que van a dar oficialmente por muerta, tras haber juzgado y condenado a su asesino. Como buen thriller, comienza con un momento del pasado (1989), que aparentemente nada tiene que ver con el caso en cuestión, pero que tendremos presente mientras leemos y al que buscaremos dar respuesta. Por lo demás, dos casos, uno ocurrido hace un año, la desaparición de la hija de Rosa Hartung, Ministra de asuntos sociales, y el otro, el brutal asesinato de una madre.

Sin querer explayarme, os diré que me ha resultado redondo, de principio a fin. Te lleva perfectamente por todo lo que va ocurriendo, permitiendo que vayas descubriéndolo poco a poco, como si fueses un espectador ante un televisor. Crees que sabes más que los personajes, lo que es cierto realmente, pero el autor consigue envolverte y jugar un poco contigo, sin darte pistas. No quiere que seas más listo que los encargados del caso, pero sí que tengas una visión global de lo que ocurre.

He tenido la sensación, mientras leía, de que la historia estaba por encima de los personajes. Ellos están ahí, poco a poco les vas conociendo más, pero lo importante es aquello que te van contando que ocurre, para luego, al final, darme cuenta de que el autor me ha dibujado perfectamente a unos personajes que han complementado esta historia y la han hecho más real e interesante.

Me ha resultado un trabajo de personajes muy bueno, aunque sigo pensando que los hechos son más importantes que ellos, lo que está muy bien. Con la historia, el autor no buscar redimirles ni mejorarles la vida, ni siquiera darte explicaciones sobre su manera de actuar ante determinados hechos; tampoco ahonda mucho en sus sentimientos, simplemente va dejando caer cosas sobre ellos, hasta que eres capaz de reconocer lo que hacen o lo que van a hacer. Gracias a esas quinientas páginas que ocupa la historia, que no se hacen pesadas para nada, acabas estando cerca de cada uno, y sorprende, en cierta manera.

Para mí, el personaje más contradictorio, y de por sí más complejo, es el de Hess, es decir, ese inspector trasnochado y pasado de vueltas, al que han desterrado aparentemente como algo temporal. de pronto pensaba una cosa, luego no era así; si habéis leído el libro, sabréis a qué me refiero. En contrapartida, Thulin está más encauzada; creo que el autor deja más claro cómo es y su manera de enfrentarse a aquello que ella quiere.

Una novela policíaca: un caso, o más de uno; una trama que gira, vuelve, parece que juega con los investigadores, que se pierden, se encuentran, se vuelven a perder... No hay ninguna obviedad en el caso, o al menos a mí no me ha resultado previsible; por mucho que quieras hacerte una idea, el texto no te lo permite, solo tienes que seguir leyendo, siendo lo más interesante la complicación y la red que gira en torno a todos, añadiendo, además, un tiempo límite, una sensación de contrarreloj. A ver, no penséis que es super original, simplemente, está muy bien escrita y construida.
He leído que es su primera novela pero que tiene bastante experiencia en construir historias de este tipo, como guionista. Creo que se nota ese carácter rápido y visual que impregna el texto, sin desmerecer a la narración. Me gusta su manera de plasmar esa investigación, dejando todo en el aire pero bien atado; no se recrea, no es una novela negra, su violencia, que la hay, está asociada a un caso de investigación y a los protagonistas del mismo; además, lo que te cuenta es interesante.

Supongo que el hecho de que cambiasen el título de la novela viene porque aquí no hay costumbre de hacer muñecos con castañas. El título original es El hombre de las castañas, lo que tiene sentido porque es lo que aúna toda la trama desde el principio. El caso Hartung me resulta menos atractivo que The Chesnut Man pero entiendo por qué se cambió.

Si la tenéis como yo, sin leer, animaos. Si, por el contrario, ya la habéis leído, ¿coincidís con mis apreciaciones?. Por cierto, está en Unlimited, algo que yo no dejaría pasar.



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