Prohibido

Este libro es absolutamente... ¿impactante? ¿emocionante? ¿apabullante? ¡Sí, sí y sí! Todo eso y mucho más. He de decir que es uno de esos libros que empiezas a leer, vas pasando las hojas, llegas al final, lees la última línea y piensas: "¿Y ahora que hago con mi vida?" Y no estoy exagerando. Bueno, puede que sí esté exagerando un poco, lo siento, pero realmente te deja un vacío extraño en el pecho que no sabrías decir si es bueno o malo. Yo todavía estoy intentando descubrirlo, amigos.

Para empezar, el tema que trata es bastante original. Hasta ahora no había leído ninguna historia en la que el incesto se representara de este modo y, al menos en este caso, me he llevado una grata sorpresa. No me repelía la idea de dos hermanos enamorados (como les pasa a muchos cuando leen la sinopsis y les resulta "asqueroso", algo totalmente inconcebible), pero tampoco me animaba a leer el libro. La realidad es completamente diferente a lo que esperas de Forbidden, y a medida que lees el libro vas viendo que, en el fondo, Lochan y Maya nunca se han sentido como hermanos, sino como los padres de sus hermanos. No pudieron desarrollar una relación fraternal porque, si no hubieran adoptado los roles de padre y madre, no habrían podido mantener unida a su familia.

En los primeros capítulos empezamos a conocer a los hermanos Whitely; a Lochan (Lochie solo para la familia), Maya, Kit, Tiffin y Willa. Todos ellos son tremendamente adorables a su manera y resulta imposible no soltar algún "awwwwww" cuando Tabitha nos describe alguna escena familiar (a mí hay una que me encanta y en la que, personalmente, solté el "awwww" más largo de mi vida).

LOS PERSONAJES:

Como los narradores son dos, Lochan y Maya, y van alternándose, estos son los personajes que más llegamos a conocer. Lochan es un chico que desde el principio inspira una ternura infinita; alguien podría decir que no, que lo que en primer lugar inspira es lástima o compasión, pero yo no lo creo. Ya desde el principio nos damos cuenta de que Lochan es un chico increíble que hace lo que sea por su familia, que nunca se queja por tener que hacer siempre un papel que no le corresponde y, por encima de todo, un chico realmente fuerte. ¿Que me gustaría que pudiera ser solo un adolescente normal y que no tuviera tantas responsabilidades? Por supuesto que sí, con todo mi corazón, porque no es justo que tenga que hacer frente a todas esas cosas solo (o con la ayuda de Maya); pero si lo pensáis bien, todas y cada una de las cosas que constituyen su vida hacen de él la persona que es, el Lochie al que todos queremos cuando terminamos de leer el libro, y esa es la realidad. Además, la autora describe a la perfección cómo se siente (supongo que influye el hecho de que Tabitha haya tenido algunos problemas de salud a lo largo de su vida): su introversión, su miedo a hablar en público, sus ataques de ansiedad, su preocupación por permitirse ser feliz (aunque solo sea por unos momentos), pues considera que es algo tremendamente egoísta... La paz de su caótico mundo es Maya, la persona que siempre le apoya, la persona con la que actúa como realmente es.

También llegamos a conocer en profundidad a Maya, quien siempre está dispuesta a ayudar a Lochan para poder sacar adelante a sus tres hermanos. Ella es muy madura para su edad y, en cierto modo, supongo que esa es una de las cosas que le llaman la atención a su hermano de ella (pues él también es muy maduro y muy inteligente). No obstante, si decimos que ambos interpretan los papeles de padre y madre, también es justo que digamos que, si bien Maya hace de madre, ella casi siempre es la que reconforta a sus hermanos, la que los calma después de las discusiones, y quien tiene que ser "el malo de la película", como padre, es Lochan; lo cual hace que empeore su situación emocional, pues sufre mucho estrés debido a todo lo que he mencionado anteriormente.

Kit es el hermano más rebelde. Bebe, fuma, es demasiado espabilado en lo que a las chicas se refiere y, sobre todas las cosas, se opone a todas y cada una de las decisiones que Lochan toma como hermano mayor. No es capaz de aceptar que su hermano tenga que hacer el papel de padre y, en consecuencia, que como tal le dé órdenes. A pesar de todo, es bastante chocante ver que actúa así cuando no es más que un niño (tiene trece años, nada menos) y, al menos en mi caso, este fue un factor que me hizo verle desde un punto de vista completamente confuso porque... sí, no hace más que provocar y arruinar cualquier momento de paz para su familia, ¡pero es que es un niño! Él tampoco tiene la culpa de tener la vida que tiene... Y eso me hace odiarle y no odiarle al mismo tiempo. Podréis juzgar vosotros mismos una vez que hayáis leído el libro y ya me contaréis qué opináis vosotros.

Tiffin y Willa son los hermanos pequeños, son de esa clase de personajes que te hacen reír y llorar y reír y llorar y re... Bueno, creo que entendéis el concepto. Son dulces, inocentes, felices a pesar de todo lo que les rodea, y quieren con toda su alma a sus hermanos mayores. Como es lógico, confían en que su madre (la alcohólica que apenas está en casa con sus hijos) siempre regresará para estar junto a ellos. Eso, mientras vas leyendo el libro, es algo que te pesa en el corazón porque sabes que, al final, las cosas se van a torcer...

PUNTOS FUERTES:

Los personajes, por supuesto. Cuando termines de leer Forbidden tendrás la sensación de que los conoces desde hace años, porque están muy bien caracterizados y se te meterán debajo de la piel.
El realismo. A excepción de que los protagonistas tienen una relación incestuosa, la ambientación del libro, las situaciones que describe y la actitud de los personajes son muy, pero que muy realistas. Los Whitely podrían ser hasta tus vecinos.

Perspectiva. Y os estaréis preguntando... ¿qué es eso de perspectiva? Pues con perspectiva me refiero a que el punto de vista que nos da la autora me ha resultado completamente fascinante. No es que emplee una técnica de estas con nombre rarito (que nadie sabe qué o en qué consiste... o casi nadie), sino que nos muestra todos y cada uno de los recovecos del ser del protagonista. Leer este libro para mí fue como ser él de verdad, como si viera a través de los ojos de Lochan.
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