Los juegos del hambre 1.

Descubrí esta trilogía, como muchas veces me pasa, a raíz de la primera de las películas con el mismo nombre: "Los juegos del hambre".

La primera parte me la leí del tirón. Me gustó cómo la autora dibujó la historia (mejor que en la película, como muchas veces pasa), escrita en primera persona (con lo que da la sensación de vivir las cosas en directo, a la misma vez que la protagonista) y viendo lo que ocurre como si estuvieras viéndolo también en ese momento.

Nos cuenta una sociedad que purga lo ocurrido hace un tiempo con una especie de reality que está dirigido para disfrute de unos pocos privilegiados, con "concursantes" que proceden de los distritos adyacentes y que, por sorteo, son escogidos anualmente. Un reality donde todo vale y donde solo puede quedar uno. Una sociedad hambrienta de espectáculo y de emociones fuertes (pero no vividas en carne propia, sino ajena).

La puesta en escena de esta distopía, no excesivamente lejana a los tiempos actuales y a lo que ahora se vive en las televisiones de todo el mundo, es dinámica. Todo está preparado para el show.

Dejando la "forma" o las "formas" a un lado, la novela invita a la reflexión, pero hablo solo de la primera de las novelas, que es la que en mi opinión se salva de la quema y merece la pena.

La segunda y la tercera parte, una vez leídas, hacen decaer la historia entera.
La segunda es más de lo mismo, aunque sirve para descubrir que hay un grupo de resistencia en la clandestinidad creado para combatir al sistema.
En la tercera parte estamos en el corazón de esa resistencia que, como muchas veces pasa, no se diferencia del sistema al que combaten.

Como trilogía, me quedo solo con la primera de las novelas. Una lectura ágil, entretenida y que invita a pensar en el mundo en el que vivimos.
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