El perfume fue un libro que me encaminó como lectora hace muchos años, al que me he acercado en varias ocasiones, siempre sorprendiéndome de la capacidad para recrear por medio de las palabras y directo a mi nariz, esa Francia nauseabunda del siglo XVIII. Una historia a la que sólo puedo calificar de única y que me atrajo inicialmente por la frase “historia de un asesino”, pero que pronto me envolvió en el proceso de transformación del desdichado protagonista, un hombre sombra que busca manipular a la humanidad embotellando el amor, la atención y el éxito. Para mí, siempre será una de esas historias que entra en la categoría de -todos tienen que leer alguna vez en la vida- |