Este libro no es un thriller al uso, más bien es una historia que tiene de todo con un poquito de suspense, pero se aleja de los cánones del género bastante. Un festival, un cadáver, secretos pasados, policía foral y una protagonista que de la nada se convierte en investigadora. Una historia que no ha conseguido atraparme, aunque la premisa era buena. Situaciones inverosímiles y de rápida resolución, una protagonista que flojea en forma y contenido y una trama que aunque bien hilada en el tiempo se evade en otras subtramas que a mí entender no aportan mucho al asunto principal. He disfrutado más los capítulos del pasado que del presente, han conseguido mantener más mi atención, más elocuentes y más acordes a la etiqueta de novela Thriller que tiene el libro. La música...me parece de relleno. Por cierto, el libro tiene una letra enorme (más de lo normal), se lee rápido por eso mismo y porque los capítulos son cortos. Quizá a otro tipo de lector le guste más. |