La historia sigue bastante bien en su comparación con el anime, ágil y sin pausa, lo cual me encanta de este manga. En este tomo nos cuentan un poco de la infancia de Sayo y Shimon, el cual me ha parecido un poco triste. Y conocemos también a dos nuevos Basaras, uno que parece que tiene más de un tornillo suelto y otro que es impasible. Lo que me crea ciertas dudas es el tema de la isla, ya que parece que es un lugar horrible según como lo describieron los guardaespaldas de Sayo. Espero con ansias continuar la serie cuando me sea posible. |