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Las comparaciones son muy malas, pero no he podido evitar comparar Drácula con otro libro que leí de la época: Frankenstein. Aunque comenzó atrapándome, llegó un momento, cuando dejó de narrarse desde el castillo del conde, en el que perdí el interés y la historia se me hizo cuesta arriba. La lentitud es constante, pero mientras la historia te tiene atrapada, no lo notas y, en el momento en el que sales de ahí, te da cuenta. Por fin lo he retomado y lo he terminado. He conseguido salir de las partes más lentas y menos atrapantes, aunque no ha vuelto a captar mi interés como lo hizo al principio. El final me hizo recuperar las ganas de seguir leyendo (en este caso escuchando), hasta que, antes de darme cuenta, ya lo había acabado. La ambientación y la sensación de terror que produce la historia es lo mejor. Para alguien que como yo es bastante asustadiza, a veces era un poco complicado seguir leyendo, pero una vez lo terminas, puedes ver lo maravilloso que es un lugar lleno de castillos, los cementerios y todas las zonas que van apareciendo. Otra cosa que me gustó mucho es la actitud de los ciudadanos del pueblo donde vive el conde Drácula con sus supersticiones. Lo peor del libro ha sido la lentitud, aunque debo admitir que en el principio y el final no la notas. Solía ser algo muy común en los libros de esta época, donde las descripciones se volvían más innecesarias y constantes, empeorando el ritmo de la acción. En conclusión, este clásico no ha estado mal, pero no lo he terminado de disfrutar tanto como otros de la literatura gótica como Frankenstein o El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Me ha faltado algo que captase mi atención en la mitad del libro, algo que me hiciese conectar más con la historia. Enlace: https://www.goodreads.com/re.. |
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