Drácula

Llegué a Drácula por la adaptación de Coppola de 1992, la peli me flipó. Es cierto que cambia algunas cosas pero yo no lo sabía, y me enamoré de la historia y de los personajes. Así que obviamente tenía que leerme el libro y simplemente lo amé.

No os podría decir desde cuándo me viene mi amor por los vampiros (creo que por aquel entonces ya había visto Entrevista con el vampiro), pero lo que sí está claro es que Drácula me creó una obsesión (sana, por supuesto). Tendría unos 12 o 13 años y fue el primer clásico que leí.

Me gustó muchísimo la forma en la que está escrito: es todo a base de cartas y fragmentos de diarios de los personajes. La verdad es que me parece muy original. Me encanta la forma de escribir de Bram Stoker, hay pasajes que ponen los pelos de punta. Una de mis partes favoritas y que consiguió asustarme es la estancia de Jonathan en el castillo, las cosas que ve. Es magistral.

Obviamente no os aseguro que os vaya a gustar pero creo que se merece una oportunidad. Ojalá os guste tanto como a mí. Es y será siempre uno de mis clásicos (y uno de mis libros en general) favoritos y el que me hizo amar al malo en vez de al bueno. Porque, a pesar de todo, yo me quedo con Drácula.