Drácula

Cada vez que me animo con un clásico de la fama y el reconocimiento que tiene Drácula, voy con pies de plomo. Siempre temo encontrarme con un texto denso en exceso. Por eso la primera grata sorpresa que me he llevado con Drácula es que se lee super rápido. Incluso me ha parecido sencilla la forma de Stoker de contar las cosas. Sencilla en el buen sentido. Además, a lo largo de los años he ido acogiendo muy bien el formato epistolar y Stoker lo manejaba perfectamente. Aunque eso implique algún fallo en mi opinión que explicaré más adelante.

La novela me ha sorprendido para bien en muchos sentidos. Y es que, pese a tener mucha fama, también tiene muchos detractores que a lo largo de los años lo han encontrado aburrido y pesado. En mi caso, me ha parecido muy entretenido y en ningún momento me han pesado las casi 600 páginas que tiene mi edición, de hecho he disfrutado de muchos puntos.

El primero de ellos para mí es la ambientación. Refleja ese algo tétrico durante toda la novela, sin decaer y eso es digno de mención. Otro punto maravilloso es todo lo relacionado con el folclore del vampiro, que pese a que haya cosas que a día de hoy ya nos resulten obvias en el mundo vampírico, Stoker le da una realidad a todos estos detalles, que en la época serían toda una novedad. La invisibilidad frente a los espejos, la vulnerabilidad ante el ajo y los signos religiosos, la estaca en el corazón y la decapitación, la transformación en murciélago o el control del tiempo y otros animales, son parte de lo que todos conocemos a día de hoy del vampiro, pero en ese momento tuvo que ser una sorpresa. Aunque incluso yo, muy fan de los vampiros, me he llevado algunas sorpresas.

Además creo que, aunque no fue Stoker quien escribió primero sobre los vampiros y hay relatos anteriores y buenísimos como Carmilla o Manor, si considero que Stoker lo hizo algo más complejo. Eso sí, el detalle de encontrar vampiros sexualmente ambiguos o con diferentes sexualidades en relatos anteriores y luego ver que Drácula solo se digna a morder mujeres, me ha parecido algo anticuado y, probablemente, reflejo de la personalidad de Stoker.

Luego hay dos cosas que me han chirriado mucho y que por eso me hacen sentir que el libro no es redondo. El primero es que Drácula sale entre poco o casi nada. "Persiguiendo a Drácula" hubiera sido un título más apropiado. Quizás el formato epistolar daba poco juego a que saliera más, pero eso no justifica un final en el que sale tan poco. Es interesante ver como Drácula siempre está al acecho y como eso crea ese clima tenso, pero un poquito más podría haber salido el señor. Unas cuantas páginas más al menos.

La otra cosa que me ha molestado mucho es la reiteración continua, prácticamente en cada página, de comentarios machistas donde se considera a la mujer mentirosa, poco digna o débil, siempre siendo comparada con la bondad y la fortaleza masculina. Sé que mucha gente piensa que todo se justifica con la época en la que escribió el autor, pero yo soy muy contrario a esa idea. Uno puede ser adelantado o conservador en cada época y dentro de su contexto. Evidentemente no puedo esperar que Stoker nos hable de la mujer abogada o la mujer presidenta, pero ¿es capaz de imaginar vampiros que controlan lobos y no puede imaginar a una mujer fuerte disparando un arma y no desmayándose cada 30 segundos? He leído autores anteriores a Stoker o que escribieron en la misma época, que ya contemplaban la situación de la mujer y el derecho de esta a su independencia. El libro es de 1897, casi siglo XX, no del siglo catorce. Y repito que el problema no es que hubiera algún comentario machista, eso siempre te lo esperas con algo más clásico, es que hay cientos. Sobre todo por boca de van Helsing o Lucy.

Y me indigna incluso más si pienso que, precisamente, para mí el personaje más interesante es Mina. La que se me antojó más inteligente desde el principio y que de alguna manera sirve de guia a los demás y podría haber sido un personaje mucho más fuerte si los señores con los que iba no la hicieran de menos cada dos páginas. Y me ha dado algo de rabia que Stoker creara un personaje así de interesante y la dejara a medio camino. Ni siquiera las adaptaciones cinematográficas han tratado bien al personaje de Mina.

En definitiva, y pese a las cosas que no me han gustado y me han aguado algo la fiesta, he disfrutado mucho Drácula. Bastante más de lo que me esperaba. Me ha parecido que se leía solo y que sirve de cimiento para la figura del vampiro, que aunque no era nueva, él terminó de darle forma y eso es de valorar. Así que lo recomiendo mucho. Tengo ganas de leer alguna otra cosa de Stoker, y creo que será "Cuentos de medianoche".