No pensé que este año leería por segunda vez a este autor que, gracias a Babelio y Masa crítica, conocí con su magnífica Leyendas de Erodhar, obra que, por supuesto, tiene su reseña en esta plataforma. En esta ocasión nos encontramos en un verdadero apocalipsis, Orfus, el planeta de los Or'Uka, apenas le queda un resquicio de vida. Sus habitantes aguardan la esperanza en su diosa Omn y en su líder político Yrkuz, un hombre con unas intensiones aborrecibles que lleva a cabo contra su propio pueblo. Komawa, al ver cómo su pueblo es masacrado, huye para esconderse con su mujer Aranna y su pequeño Ruk, y así, planear y llevar a cabo la huida definitiva del planeta hacia otro lugar donde no llegue las garras de Yrkuz. Sé que este resumen es un poco vago, a comparación de la sinopsis, pero, en término general, la historia es un relato de cómo la mala ambición puede causar estragos a un nivel global, perdurar por mucho tiempo y afectar a los más débiles. Me gusta el estilo narrativo del autor. Utiliza un lenguaje accesible para todos aquellos lectores que aman la fantasía y la ciencia ficción y los que, como yo, aún nos cuesta adentrarnos a esos mundos maravillosos. Otro detalle a destacar del autor es va a lo directo. Sus tramas siempre están en movimiento. Si se detiene en algún momento para describir lugares, objetos y personajes lo hace de forma sencilla con tal que el lector pueda imaginarlo de una forma amena y continuar con la lectura. Con respecto a la novela, en general, nos habla del dolor de la pérdida, no solo de un ser querido, sino de un hogar, el único hogar, quizás. Las consecuencias de la guerra, la fortaleza de aquellos que están en contra de la tiranía y la maldad de sus gobernantes y cómo, en medio de tanto dolor y sufrimiento, también existe un resquicio para la esperanza. No descarto la posibilidad de leerme otras historias de autor, porque si algo tiene Cosmin es que es muy dinámico y sus tramas se mantienen viva a lo largo de toda la historia. + Leer más |