The Raven Boys: Los saqueadores de sueños

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Con este libro he tenido un problema... Hace cuatro años que leí su primera parte y lo único que recuerdo es lo mucho que me gustó (se llevó el 5/5). No debería haber tardado tanto en seguir con la saga, y más teniendo en cuenta que tanto este como el tercero fueron regalos de Reyes de hace dos años, así que llevan en mi estantería bastante tiempo. La cuestión es que a medida que va avanzando la historia en esta segunda parte, se nos van dando detalles de cosas que ocurrieron en el primero, y que yo no recuerdo, por lo que en algunos momentos me he sentido quizá, algo perdida. También tengo que decir que la historia va un poco lenta. No sé si el primero también era así, pero con este, me ha costado avanzar en ocasiones, y un libro que en otras circunstancias me habría durado 3 días... Me ha durado bastante más. Hasta que llega un punto en la historia en que comienza realmente la acción y lo que ocurre, no nos da un respiro.

Con todo esto, no quiero que penséis que la historia no me ha gustado, o que no tengo pensado continuar con la saga porque no es así. Me ha gustado y mucho, porque sigue pareciéndome una historia bastante original en la que tenemos magia de distintas formas, y eso me encanta. Por otro lado, los personajes siguen gustándome mucho, y sigo admirando la lealtad que se tienen pese a todo. Es cierto que sigo sintiendo que Blue pasa un poco desapercibida, y sobre todo en esta parte donde la historia se centra en Ronan y Adam principalmente, pero sigue gustándome mucho. Y creo que todos, pero sobre todo ella, actúan acorde a su edad. Con sus dudas, sus miedos, y esa sensación que todos hemos tenido con 17 años de no saber muy bien qué queremos o a quién queremos.

Esta segunda parte tiene algunas sorpresas a lo largo de la historia, en relación a los personajes que ya conocemos y a otros nuevos que aparecen, que terminan actuando de un modo que no esperábamos al principio, o por lo menos yo. El final, como he dicho antes, cuando toda la acción ha dado comienzo, tiene mucho ritmo y es la parte que más rápido se lee, y donde nos encontramos con actitudes más sorprendentes, y me ha encantado, lo admito. Pero también es cierto que es una pena que el ritmo sea tan rápido solo en las últimas 50 páginas, más o menos. Me sigue gustando mucho el modo de escribir de la autora, pero no recuerdo que la primera parte me resultara tan lenta como esta. Sin embargo, y a pesar de eso, la historia merece mucho la pena, y tengo claro que no voy a tardar tanto en continuar con la saga para que no vuelva a pasarme lo que en este, y olvide todo lo que ha ocurrido en estas casi 500 páginas.

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El libro me ha enganchado desde el principio y me lo he leído muy rápido, ya que la trama te atrapa tanto que te comes los capítulos sin darte cuenta. El tema del Greywaren me ha encantado, así como descubrir mas sobre Ronan y su familia. También me ha gustado ver como van relacionándose entre ellos, llegando no solo a aceptar a Blue, si no a aceptarla como a una mas del grupo.
Otra cosa que me ha gustado es como ha ido la autora metiendo a la familia de Blue en la historia.
El final me ha dejado muy sorprendida y no puedo esperar a ponerme con el siguiente libro.
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RONAN.

Esa es toda mi review.

Lo que me cautivó del primero libro, La profecía del cuervo, fue la magnífica amalgama de fantasía, esoterismo e historia que la autora presenta de una manera atractiva y ligera. Además, el elenco de personajes, divertidos y bien construidos, que pasea durante la lectura hace que la historia se convierta en algo adictivo que no puedes dejar. Esta novela juvenil, con sus toques de humor ácido, su dosis de crítica social y sus matices de novela de misterio me enamoró. Así que me lancé a leer su segunda parte en cuanto salió y no me decepcionó nada de nada.


Si en la primera novela el foco de interés de los chicos del cuervo se centró en las líneas ley y en la historia del monarca galés Glendower, en este segunda parte lo hace en la existencia de los Greywaren, personas capaces de, al soñar, transportar objetos o seres del mundo onírico al mundo tangible, al real. Esta nueva trama (de la que el personaje de Ronan es el elemento principal) se conectará con las anteriores, sobre todo con la que implica a las fuerzas de Cabeswater, el bosque al que Adam está conectado mediante un vínculo especial. Por otra parte, Blue continúa inmersa en su propia pesadilla, la de averiguar de alguna manera si la profecía que la acompaña desde que nació es real, o es tan sólo un cuento más. En cuanto a Noah, se sabrá, por fin, toda la verdad sobre él. Y, por último, Gansey seguirá luchando contra viento y marea para lograr arrojar luz sobre los misterios que Glendower, Cabeswater y los Greywaren entrañan.


A estos hilos argumentales se les añaden otras subtramas como el cometido del Hombre Gris, la actitud ambigua de Maura, la madre de Blue, o aquellas que acompañan a personajes nuevos y repletos de interrogantes y de secretos como Kavinsky.

No obstante, como siempre ocurre con esta gran autora de novela juvenil, Maggie Stiefvater, es realmente el fondo de la historia el que hace que el lector no pueda despegarse de las páginas del libro. Los personajes que crea Maggie crecen, se transforman y tejen relaciones que evolucionan de una manera lógica pero no por ello menos compleja. La historia familiar de Ronan (sus hermanos, Declan y Matthew, tendrán más peso en esta segunda parte), los problemas vitales de Adam y su relación con Ronan, la inseguridad de Gansey, las dificultades económicas de Blue y la propia convivencia del grupo son sólo algunos retazos de lo que esta segunda parte de The Raven Boys encierra.


En este punto, cabe destacar al personaje de Adam. al leer varias reseñas por la red me he dado cuenta de que es un personaje que la gran mayoría de los lectores odia. Y, sinceramente, no entiendo por qué ya que, en mi opinión, es el mejor. al menos, técnicamente hablando. Me parece que tiene un papel que, aún dentro de una trama fantástica, refleja muy bien la realidad de muchos adolescentes que se enfrentan a un mundo de puertas cerradas y de oportunidades chafadas... Adam demuestra cómo con una buena actitud uno se puede enfrentar al maltrato, a la pobreza y al rechazo social. Pero, también, refleja lo difícil que hacerlo resulta y cómo ello afecta a la estabilidad emocional de uno mismo, llegando incluso a no conocerse. Sinceramente creo que sin él esta saga perdería mucho.

de igual modo, también destacaría el contraste existente entre los personajes de Gansey y de Blue quienes, con unos orígenes sociales totalmente contrapuestos, logran entenderse y aprender el uno del otro, aunque no sin muchos traspiés por el camino. Los desencuentros sarcásticos, mordaces, divertidos...y, también tiernos, entre ambos aportan a la historia la cantidad justa de romanticismo y de comedia que la novela necesita.

Ahora bien, si es cierto que las tramas y los personajes me han vuelto a convencer por completo,esta vez la ambientación no lo ha hecho tanto. Se sustituyen los toques místicos y esotéricos del 300 de Fox Way de Henrietta, de la procesión de las almas de la noche de San Marcos o de las sesiones de espiritismo de Neeve, por escenas que están más dominadas por el suspense y la intriga. Además, casi todo el peso de la historia recae sobre Ronan y, así, gran parte de la acción sucede alrededor de entornos repletos de carreras de coches, borracheras, etc. Entiendo que, al ahondar más en este personaje, haya que profundizar más en su ambiente, pero, personalmente, prefiero las diatribas y los misterios históricos de Gansey.

Para acabar, tan sólo comentar que la prosa de la autora sigue la línea del primer libro. Los diálogos abundan como herramienta narrativa y el ritmo es ágil ya que las descripciones son concisas y cortas, sin caer en la simplicidad. de nuevo, es un narrador omnisciente el que desde el punto de vista de varios personajes relata la historia. En cuanto al estilo, éste es desenfadado y logra que cada voz sea única. Todo lo anterior, se baña por un deje poético que de vez en cuando regala al lector reflexiones interesantes o profundas cavilaciones de los personajes.


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Los chicos cuervo están cambiando, cada uno de ellos presenta una transición y un crecimiento que es increíblemente trabajado en este libro. Cada uno de ellos atraviesa por situaciones de aprendizaje y de auto descubrimiento, como lo trabaja esta autora es increíble.
Descubrimos que este club de cuervos muta en algo muy complejo y extraordinario.
Tengo que admitir que tenía miedo con el desarrollo del personaje de Adam, él me encanta pero se avecinan muchas cosas que estaban fuera de su control.
Descubrir que Ronan tiene corazón me dio una grata sorpresa, no porque creyera que solo era un chico rudo, sino porque se adentra en lo más profundo de su historia y de sus sentimientos para salir de ese pozo donde estaba cuando lo conocimos en el primer libro.
Gansey ya no tiene máscaras, al leerlo podemos dar cuenta donde radica su esencia y es increíble. Ya no es un líder, es un amigo, un hermano y creo que eso, es algo que prefiere.
Blue sigue creciendo y siendo una chica fuerte, pero aprendiendo a escuchar que es lo que desea.
Noah por cuestiones de la historia no tiene tanta participación, pero cuando aparece no puede más que dejarte teniendo muchos buenos sentimientos.
Como dije en el primer libro, es imposible no amar a estos chicos y lo sigo sosteniendo, aunque creo que puedo admitir, que siempre se los puede querer más.

Dios mio que manera de cerrar los libros que tiene esta mujer, lo mejor es siempre tener la continuación cerca para no sufrir la espera!

Cada vez me enamoro mas de los chicos del cuervo, ese grupo de amigos que se creo de ellos y Blue me encanta, es una amistad tan real, que hace que conectes con ellos enseguida.
Me encanta como en este libro conocemos un poco mas de cada personaje pero sobre todo de Ronan, es un personaje que me gusta mucho y después del final del primero tenia muchas ganas de saber de el, gracias al universo el libro no me decepciono y nos contó muchísimo de el ya sea de su pasado familiar como de sus "poderes" .
Tambien vemos a los otros personajes, me encanta reencontrarme con los familiares de Blue, las mujeres del 300 de Fox Way.

Este segunda parte se mantuvo en el mismo nivel de la primera y te mantiene atrapado en toda su lectura, si tengo que decir que nuevamente las primeras paginas se me hicieron un poco "densa" pero quizás fue porque ya habían pasado dos meses desde que había leído el primero y me había "desacostumbrado" al estilo de la autora.

Realmente estoy amando esta saga y creo que todos deberían leerla porque va de mejor en mejor.

He vuelto a releer esta novela porque ya he conseguido el tercer libro y porque en mayo se publicará la última parte.

Me ha encantado y mantengo la nota, ha soportado la relectura muy bien, creo que incluso sale ganando, gracias a esa trama tan diferente, a los personajes oscuros, juveniles y tan peculiares y a una narración poética que me encantan. Tengo muchas ganas de leer ya El tercer durmiente, pero me contendré y esperaré un par de meses, de manera que tenga la historia fresca para leer The Raven King.

Los saqueadores de sueños me ha gustado más que el primer libro, que es algo introductorio. En esta segunda parte conocemos mejor a los personajes, los vemos evolucionar ya y se están empezando a conocer también mejor entre ellos. Ronan toma muchísimo protagonismo y hasta ahora es mi personaje favorito, y eso que es difícil decantarse por uno porque incluso los secundarios son muy especiales, por más sombras que tengan.

Ronan tiene el don de traer lo que quiera de sus sueños, desde coches que funcionan sin motor hasta su mascota Sierra, un cuervo. Es un don que aprenderá a controlar y su profesor será del todo inesperado. Este personaje tiene problemas, se mete en problemas, los busca, tiene un tinte muy oscuro, mucho dolor, pero también brilla con luz propia. No creo que sea un personaje que caiga mal, pero aún si así lo fuera, tiene tanta riqueza, tanto misterio que creo que a cualquier lector le interesaría conocer más sobre él.

Maggie Stiefvater se mueve en este mundo en el que lo paranormal no está solo en la trama, sino en los personajes y en la narración misma, hace que la historia sea mágica y totalmente diferente. Atrapa totalmente, no tiene ninguna parte aburrida o pesada y al mismo tiempo mantiene ese toque juvenil e inocente en los personajes, a pesar de todo lo que les rodea y deben superar.

No tengo más que buenas palabras para esta autora, esta saga es una joya y ojalá los dos libros restantes me gusten tanto como estos. El final siempre es triste, pero se dice que está escribiendo unos libros sobre Ronan, algo que me encantaría porque es un personaje que tiene mucho más que contar.

Si todavía no le habéis dado una oportunidad a esta tetralogía, os animo a hacerlo, no os dejará indiferentes.
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