Todos tenemos secretos en nuestras vidas. Los guardamos o nos los guardan, los controlamos o escapan de nuestro control. Secretos y cucarachas; eso es lo único que sobrevivirá cuando todo termine.
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Todos tenemos secretos en nuestras vidas. Los guardamos o nos los guardan, los controlamos o escapan de nuestro control. Secretos y cucarachas; eso es lo único que sobrevivirá cuando todo termine.
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Se rindió a la tentación de compadecerse de si mismo por sentirse tan solo pese a contar con tantos amigos. Le pareció que el siempre estaba dispuesto a consolarlos, pero que, en cambio, no podía decirse lo mismo de ellos.
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A veces, la distancia entre la utopia y la realidad se hacia insoportable.
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Penso que el mundo se ahorraria muchos problemas si hubiera mas amabilidad y mas decencia.
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Y entonces, entre las sombras que rodeaban el coche de alquiler, la besó. Hacía tiempo que ni ella ni él besaban a nadie, pero no importaba. Besar es como reír. Si el chiste tiene gracia, da igual el tiempo que haya transcurrido desde el chiste anterior. |
Lo único malo era que Blue, en sí misma, constituía también un problema. Se parecía a Gansey; como él, buscaba que Adam le diese explicaciones. ¿Qué es lo que quieres, Adam? ¿Qué es lo que necesitas, Adam? «Querer» y «necesitar» eran palabras a las que Adam pedía demasiadas cosas: libertad, autonomía, una cuenta bancaria saneada, un apartamento moderno en una ciudad luminosa, un deportivo negro, abrazar a Blue, ocho horas de sueño, un teléfono móvil, una cama, besar a Blue tan solo una vez, unos pies sin ampollas, beicon para desayunar, tener la mano de Blue entre las suyas, una hora más de sueño, papel higiénico, desodorante, un refresco, un minuto para cerrar los ojos. ¿Qué es lo que quieres, Adam? «Sentir que estoy despierto cuando abra los ojos» |
Los secretos son raros. Los hay de tres clases. Los primeros son los que todo el mundo conoce, los que requieren al menos dos personas. Una para guardarlos. Otra para no descubrirlos jamás. Los segundos son más complejos: son los que te guardas para ti. Todos los días, miles de personas callan confesiones a sus confesores sin ser conscientes de que esos secretos nunca admitidos se resumen en las mismas dos palabras: «Tengo miedo» Y luego está la tercera clase de secreto, el más recóndito. El secreto que nadie conoce. Quizá se supo una vez, pero se fue a la tumba con su portador. O quizá se trate de un misterio inútil, un misterio oscuro y solitario que nadie ha descubierto porque nadie se ha preocupado de él. |
¿Qué criaturas mágicas podemos encontrar en Gringotts, el banco de magos?