Las carreras de Escorpio

Creo que este es uno de los libros que más me va a costar reseñar, y es porque, a pesar de haberlo leído hace tan poco tiempo, nada quedó gravado en mi memoria, porque realmente me pareció muy malo. Este fue mi ultimo intento con la autora ya que ninguno de sus libros ha resonado conmigo, y ojo que no digo que sean malos, sino que simplemente no son para mí.
La historia me llamó la atención porque leí que estaba basada en los Kelpees, unos caballos legendarios de los que escuché historias durante mi viaje a Escocia, y como volví con una clara obsesión con cosas escocesas, no pude evitar leerlo.
Todos los años en noviembre, el mar lanza a la costa caballos de agua, unos seres salvajes y violentos. Los habitantes del pueblo que linda con el mar Escorpio esperan ansiosamente a esta época para atrapar nuevos animales y para conmemorarlo, celebran una carrera donde cada año mueren varios de los competidores, ya sea por la violencia de la misma, o por lo salvaje de los animales que derramarán toda la sangre que sea posible.
Puck y Sean son los personajes principales y ambos serán competidores en la carrera, aunque por distintos motivos, se verán unidos en la trama del libro.
Sean compite anualmente en las carreras, con su caballo preferido, el cual quiere comprar. Puck entra en las mismas para intentar obligar a su hermano a quedarse y no abandonarlos en la isla, pero al no tener un caballo de agua, compite con un caballo normal, y ese es solo el principio de todos los problemas que tendrá.
El principal detonante de todo es que Puck es mujer, y al parecer en una isla 100% machista, no debería siquiera intentar participar en las carreras. Este fue el aspecto que menos me gustó de todo el libro, porque si bien Puck se enfrenta a todos, y lucha por demostrarles que poco importa que sea mujer, me dio la impresión de que lo único que consiguió que los demás hombres la “respetaran” es que Sean se fijó en ella.
El segundo inconveniente que tuve con este libro es que me pareció muy lento, toma más de 150 páginas para que algo “interesante” comience a pasar, y hay muchas escenas repetidas que a mi entender no aportan demasiado y podrían haberse eliminado y hubiesen hecho, en mi caso, más amena la lectura. La carrera solo sucede en las últimas 20 páginas, y después de tanta anticipación al menos esperaba que el desenlace fuera inolvidable, pero no, fue el predecible final que me imaginaba.
Para darle un giro positivo a mi reseña puedo decir que, si bien la trama no es novedosa, y el ritmo es bastante lento, el libro está muy bien escrito, sobre todo para quienes disfrutan del tipo de prosa que suena mágico y descriptivo, creo que esto es un punto que la autora desarrolla increíblemente bien.