137 años han pasado desde su publicación y la narrativa lograda por R. L. Stevenson sigue siendo sumamente atrapante, es está una novela en la que hace gala de su conocimiento del desarrollo de los viajes marítimos y su pasión por la aventura. Más que la aventura de grandes tesoros y las refriegas entre piratas de poca ley, es este el viaje de vida en el que un niño se hace hombre, afrontando las consecuencias de sus acciones y descubriendo el valor de la palabra empeñada en causas de justicia que definen el honor y valor de quien las da. Personajes bien definidos que con sus actos y decisiones se colocan en el bando de los buenos o los malos logrando dar verosimilitud a los acontecimientos de la historia y ajustar sus destinos a cada vuelta de tuerca con la que el autor logra mantener la atención del lector. |