Historias escocesas

Stevenson, uno de los más grandes escritores, un escocés que escribió, novela, poesía cuentos, crónicas y ensayos.
Tuvo una biografía fascinante y además fue hijo de un ingeniero y constructor de faros a lo que toda su familia se dedicó , menos él. Es un dato que nombro porque soy una gran apasionada y admiradora de los faros, por eso me quedé con el dato. Y lo tenía que decir.

Pero vayamos a nuestro escritor, Stevenson es poderoso, escribió con precisión relatos clásicos de aventuras, con su estilo siempre sobrio, conciso, escogiendo la palabra exacta e irremplazable. Dotado de una gran capacidad de observación para la descripción de espacios, de situaciones y de momentos, que logra atraparnos irremediablemente. Y al leerlo percibimos su elegante prosa rítmica.

También hay que resaltar el logro de esta editorial, Valdemar, que ha recogido de forma admirable la obra de Stevenson, y concretamente para estas Historias escocesas, se basó en el material publicado en su lengua original. Y aquí la tenemos, una edición espléndida.

Stevenson el gran constructor, no de faros, pero sí de magníficas historias.
Concretamente, en estos relatos. nos va a mostrar una Escocia un tanto agitada, destructiva, desoladora, cuya intención no es otra que la denuncia de los convencionalismos que niegan el afecto y provocan la aparición de los comportamientos más oscuros y criminales, incluso.

En estos relatos, Stevenson toma partido y se decanta abiertamente por los personajes más deplorables a los que les regala las mejores páginas. Y de aquí deducimos que Stevenson es el abanderado de aquellos que no lo tienen fácil, que no tienen ninguna salida para una vida mejor y no tienen escapatoria, que han sido dejados y alejados de los llamados justos, de los mejores humanos.

Podemos ir leyendo cada uno de los relatos, saboreando su estilo y además reflexionando sobre el contenido. No nos queda otra. Pero esto es la genialidad.

Son cinco relatos envolventes que nos permiten, además, conocer las tierras escocesas y sus verdaderas historias a través de uno de los mejores narradores del país.

Los relatos de Stevenson con su fluida, exquisita y elegante prosa de gran intensidad, nos atrapan porque entretienen, intrigan, inquietan y no podemos dejar de leer.

He aquí los relatos de un auténtico narrador.
El ladrón de cadáveres es el primero, un relato en el que se aborda una realidad histórica de la época, inspirado en un caso real sobre la profanación de tumbas así como la búsqueda de cadáveres frescos para los experimentos de las escuelas de anatomía.
El tratamiento de un tema escalofriante con maestría nos produce la inevitable atracción por lo mórbido, creando un suspense que va aumentando hasta un final inquietante.

El siguiente relato es Janet la Torcida, primera incursión de Stevenson en el relato de terror donde se recrea un antiguo episodio de brujería y posesión hacia un joven y severo párroco imbuido de viejas supersticiones. La superstición y el fanatismo unidos nos acompañan ante el pánico que provoca todo lo sobrenatural.
Janet M¨Clour, la protagonista, es la representante del agobiante estado y el terror al que asistimos ante un regreso de la muerte. Un genial relato de brujería que nos llevará a Lovecraft.

Los Risueños, en otras versiones titulado también Los hombres dichosos, nos vamos a situar en el norte de Escocia y en la búsqueda de un galeón español naufragado, donde el mar es el verdadero infierno.
El protagonista regresa a su casa después de su formación en la universidad a la busca del tesoro de un galeón de la Armada Invencible. La locura, el temor y la opresión, nos darán las claves.

El sótano de la peste, una extraordinaria y precisa recreación de ambiente en el primer relato que escribió a los 14 años, un auténtico narrador que desarrolla una historia sobre los covenanters escoceses o partidarios del National Convenant, un pacto de oposición hacia Carlos I para anglicanizar la Iglesia escocesa, es después de la insurrección y ejecución de los sublevados, cuando se genera el relato en una atmósfera opresiva y un ambiente claustrofóbico en un sótano donde habita el mal.

El pabellón en los Links, último relato, ambientado en un viejo caserón en el que se han refugiado un banquero corrupto y su hija perseguidos por los carbonari, una sociedad secreta italiana que buscan venganza por un viejo agravio. Aquí es donde encontramos los personajes más miserables y horribles y una profunda soledad.

Todos y cada uno de los relatos nos presentan finales inesperados y abiertos que no olvidaremos con facilidad. GENIALES.

Cinco historias ambientadas en las sombrías tierras escocesas donde naciera Stevenson, prosa elegante y muy detallista que puede recordar a Stefan Zweig, relatos intensos que atrapan desde el primer momento.

Los títulos de esos relatos son “El ladrón de cadáveres”, “Janet la torcida”, “Los risueños”, “El sótano de la peste” y “El pabellón en los Links”.

De todos ello destaco “El ladrón de cadáveres” considerada uno de sus mejores relatos que aborda la realidad histórica de la época e inspirado en un caso real sobre el saqueo de tumbas girando entorno a los turbios comienzos de la anatomía forense donde eran necesarios cadáveres para realizar las practicas protagonizados en el señor K, el joven doctor Macfarlane y su alumno Fettes.

“Janet la torcida” se adentra más en el terror que el misterio de “El ladrón de cadáveres” con el párroco Murdoch Soulis, anciano de rostro triste y severo y Janet que se hace cargo de la rectoría y la comida donde la posesión y la brujería están presentes y donde ocurren hechos extraños.

“Los risueños” una trampa para los barcos que si lograban pasar los arrecifes y resistir al risueño quedarían en callados que nos sitúa en el norte de Escocia a la búsqueda de un gran galeón español naufragado donde su protagonista regresa a la que fue su casa tras graduarse en la universidad en busca del tesoro del gran galeón donde se da lugar a la locura y el amor.

“El sótano de la peste” nos relata la historia de los “covenanters” escoceses que tratan de anglicanizar a la iglesia escocesa en un ambiente opresivo y en un sótano donde habita el mal.

“El pabellón en los Links” es el último de los relatos y está ambientado en un viejo caserón asediado donde se refugia un banquero corrupto y su hija de quien el protagonista se enamora y que son perseguidos por los “carbonari”, una sociedad secreta italiana que le reclaman una deuda pendiente.