La restauradora

Los libros con ambientación gótica, temas paranormales y muchos misterio suelen ser mis favoritos, esos ingredientes me atrapan fácilmente. No sabía que La restaurada aunaba tan bien ese toque gótico, pensaba que el libro tenía más toque de novela negra. Me ha encantado la sorpresa que me he llevado con este libro, me costaba muchísimo dejar de leerlo.

Amelia Gray ve fantasmas desde pequeña, además trabaja como restauradora de cementerios. Mientras está inmersa en un proyecto nuevo de restauración de un cementerio, aparece un cadáver por lo que tendrá que colaborar con la investigación, poniendo al servicio de la policía sus conocimientos sobre cementerios, enterramientos y simbología.
El detective encargado del caso será Devlin, un misterioso hombre que esconde un pasado oscuro y unos fantasmas que le acechan.

Hay personajes variopintos que incrementan el interés de la historia, aportando más misterio y emoción a la trama. Varios fantasmas, brujas, historiadores, policías y arqueólogos se ven las caras durante esta historia arrolladora.

La autora sabe dosificar la tensión, que se pega a la piel, no es un libro de miedo al uso, pero las escenas están muy conseguidas, me hicieron sentir más de un escalofrío. La ambientación es perfecta, oscura, tétrica, pero también con esos necesarios momentos de paz y tranquilidad. Es una maravillas conocer esa parte de EEUU más supersticiosa, con una cultura al fin y al cabo propia, exótica y tan interesante de descubrir.

La investigación de asesinato me ha tenido completamente absorbida, ¿Quién y porqué? Pero además, estamos ante un libro con muchos secretos familiares y personales. Es realmente interesante como se van descubriendo cosas de los diferentes temas abiertos.

El libro es muy adictivo, con un ritmo estupendo y una manera de contar las cosas que cuesta muchísimo soltar el libro. La autora da una visión innovadora del tema de los fantasmas, que acechan a las personas y les roban su energía porque no quieren marcharse, la vida les atrae demasiado. Hay algo de romance, aunque no es el centro de la historia, es una parte con mucha tensión y muy bien narrada.

Por otro lado, descubrir como funciona el trabajo de restauración de un cementerio se me ha hecho muy ameno e instructivo, por muy raro que parezca.

Un thriller con dosis de romance y toque paranormal que provoca un adicción sin limites.

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