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El primer libro que escogí para conocer a Stendhal fue La cartuja de Parma . No tenía mucho conocimiento acerca del autor y de lo que iba a encontrarme en este libro. Tan solo una ligera idea sobre una historia magistral acerca de las idas y venidas de una corte con comedia, conflictos y estrategias. Inicié su lectura tan emocionada e inocente como suelo empezar mi primer libro de un autor desconocido hasta el momento. Pocas páginas me hicieron falta para admirar profundamente a Gina del Dongo (y en consecuencia engancharme a la novela de manera inconsciente). Heroína principal que compartirá protagonismo con el héroe de la historia, su sobrino Fabricio. Gina es fuerte, decidida, inteligente y capaz de sobreponerse al mismísimo príncipe de Parma con tal de proteger a su amado sobrino. La cartuja de Parma nos narra las aventuras, problemas y tejes manejes desde que Gina contrae su primer matrimonio y Fabricio empieza a crecer, hasta varios años después. Me ha encantado la brillantez con la que el autor describe las escenas, las estrategias, los comportamientos y reacciones de varios personajes, y la manera de tratar el amor de una manera aparentemente superficial pero que nos llega de parte de las reacciones de los personajes. Desde escenarios como la mismísima guerra de Waterloo en un contexto hasta cierto punto satírico y cómico, hasta una representación de comedia con el enamorado príncipe de Parma. Creo que he disfrutado la novela a semejante nivel ya que me ha gustado mucho cómo ha construido los personajes. Por un lado, Gina y el intenso conde Mosca y, por otro, Fabricio y la única Clelia Conti. Lo que más ha destacado para mi ha sido el contraste que he visto entre Gina y Fabricio, siendo aquella una persona madura, dispuesta, inteligente y muy superior... frente a un Fabricio con castillos en el aire que él mismo reconoce, que se mete en líos guiado por la intensidad de la juventud sin ser consciente de lo mucho que arriesga su tía para salvarle en cada ocasión. Aún así, Fabricio no podrá ser salvado de su mayor sufrimiento: sus propios sentimientos. Recomiendo esta novela a todo aquel que decida que le parece interesante, además, conocer el contexto en Italia del siglo XIX y las relaciones con una Francia Napoleónica contada por un autor francés que siempre tuvo en su corazón una pasión y admiración especiales hacia la cultura italiana. |
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